Segunda carta de Monseñor Reilly

El obispo Reilly, de San Juan de la Maguana, había escrito al presidente Bosch, según vimos en la Página Retro de la pasada semana. Dicha carta no se publicó en ese momento y Bosch no le contestó. En vista de no recibir respuesta, monseñor Reilly&#8

El obispo Reilly, de San Juan de la Maguana, había escrito al presidente Bosch, según vimos en la Página Retro de la pasada semana. Dicha carta no se publicó en ese momento y Bosch no le contestó. En vista de no recibir respuesta, monseñor Reilly escribió una segunda carta, ahora dirigida al Presidente del PRD, Ángel Miolán. La carta a Miolán sí fue publicada, el 24 de abril, y también se publicó la inédita a Bosch. Las cartas de monseñor Reilly recibieron el apoyo de monseñor Eliseo Pérez Sánchez, según vemos en misiva incluida en esta Página. Tal como hemos comentado, la respuesta de Bosch y algunos comentarios explicativos serán tema de la semana próxima.
Segunda carta de monseñor Reilly, esta vez a Miolán, publicada el 24 de abril:
Prelatura de San Juan de La Maguana
14 de abril de 1963

Señor Ángel Miolán
Presidente del Partido Revolucionario Dominicano
Santo Domingo

Muy distinguido Señor:
Usted sabrá bien por su experiencia internacional, el gran problema de sostener regímenes democráticos en los países Latino Americanos. Indudablemente usted podría señalar los errores y los escollos que hundieron decenas de gobiernos democráticos en diversas naciones de las Américas. Entendemos la inconstancia de la gente; el héroe que fue vitoreado ayer es frecuentemente el malvado que será expulsado mañana. Todos deseamos evitar errores fatales aquí para que el experimento de la democracia, iniciada bajo el Gobierno del Presidente Balaguer y continuada en forma más amplia bajo el Gobierno Provisional y el Gobierno actual no sea experimento efímero sino una democracia estable y progresista. Mas las condiciones imprescindibles para la estabilidad de la democracia son respeto por las leyes fundamentales y por las tradiciones nacionales, las cuales quedan encima y fuera del alcance del régimen del momento, sea éste el gobierno de un dictador o de un partido. Con estas frases quiero introducir unas breves reflexiones sobre el proyecto de la nueva Constitución.

Los líderes del Partido Revolucionario han interpretado los resultados de las elecciones como deseo del pueblo para efectuar cambios grandes. En un sentido dicha interpretación es muy justificada. La gente desea nuevas fuentes de trabajo, más terrenos irrigados, honestidad en los funcionarios, tribunales imparciales, respeto por los derechos humanos, etc., etc. Pero las elecciones no significaban que el pueblo quería borrar la histórica carta Substantiva y adoptar una Constitución totalmente nueva. La República Dominicana no es una nación de África que nació ayer. Aquí tenemos tradiciones, instituciones y costumbres de más de cien años de independencia. Una Carta Substantiva, aunque sea sujeta a modificaciones, debe tener alto sacrosanto… y no debe representar solamente las teorías y los conceptos doctrinarios de cualquier partido que triunfara en las últimas elecciones.

No creo que la nueva Constitución va a provocar en sí misma reacciones violentas sino que servirá en los meses que vienen de un factor que debilitará la nueva y frágil democracia de esta nación. Y estoy especialmente preocupado por el atentado de imponer al país una Carta substantiva completamente secular. La Religión católica es la religión de la inmensa mayoría de los ciudadanos y la Iglesia siempre desempeña un papel sumamente importante en la vida nacional.

La nueva Constitución suena como un eco tardío del “liberalismo” europeo del siglo pasado… un liberalismo ya anticuado y muerto… que quería excluir la Iglesia de la vida pública y encerrarla en la sacristía. En la actualidad de la segunda mitad del siglo XX, las naciones más adelantadas del Mundo occidental comprenden bien que el vigor… intelectual, social y moral… de la iglesia moderna contribuye poderosamente al bienestar de la vida nacional. Y en la República Dominicana la Iglesia es la institución esencial que va formando los elementos que pueden levantar el nivel moral y difundir sanos conceptos de justicia social.
Hemos luchado mucho y hemos hecho grandes sacrificios para llegar hasta este paso de la naciente democracia. No queremos verla perecer por una Constitución que implantaría profundas divisiones sino que queremos unir todas las fuerzas de inteligencia y progreso con el fin de que dure la democracia en bien de la nación.

Dios le bendiga y ayude a todos en sus labores.
Con sentimientos de la más alta
estima, saluda a Ud.,
Muy atentamente,
Monseñor Tomas F. Reilly
P.D. Ya expresé algunas de mis preocupaciones en una carta al Señor Presidente de la República. Le mando anexa la carta
Carta de Monseñor Eliseo Pérez Sánchez, publicada el 25 de abril:
Excmo. Monseñor Reilly,
Obispo de San Juan de la Maguana

Excmo. Mons:
Me solidarizo plenamente con los conceptos de su acertada carta dirigida al señor Presidente de la República, en relación con el deber patriótico y la necesidad social de que se respeten, en la reforma de la nueva Constitución del Estado los principios cristianos y las tradiciones católicas del pueblo dominicano, los cuales fueron siempre acervo sagrado de su vida nacional y la más segura garantía de su libertad.

Inspirado en estos mismos sentimientos fue por lo que, desde el primer momento de la ubicación del Proyecto de Reforma de la Constitución lancé mi voz de alerta expresando mis fundados temores por una democracia incipiente, que entre otros males, se desterraba el sentimiento religioso y se socavaban los cimientos de la sociedad, fundados en el legítimo matrimonio y en la honesta procreación de los hijos.

Esperamos que la voz de la Iglesia, expresada por su autorizada palabra, que es el sentir y querer de la mayoría del católico pueblo dominicano tenga favorable eco en el ánimo de la asamblea Revisora y en el corazón del Sr. Presidente de la República para que renazca la confianza y la alegría en el pueblo que aspira hoy a una nueva vida de verdadera y auténtica democracia, de ordenada libertad y de segura justicia social.

Monseñor Eliseo Pérez Sánchez
24 de abril de 1963

La caricatura que incluimos fue publicada por El Caribe el 1 de mayo de 1963, dos días después de que la llamada “Constitución de Bosch” fuera promulgada y refleja muy bien la concepción generalizada que se tuvo de dicha pieza.

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