Santiago. A pesar de inversiones millonarias, la mayoría de los municipios de la región Norte enfrentan un problema común: el mantenimiento de los vertederos.
En su mayoría, los basureros municipales o los denominados ecoparques, como el de Santiago, carecen de equipos para impedir que éstos se conviertan en chimeneas que afecten la salud de los residentes en las comunidades del entorno.
En el caso de Santiago, al final de su gestión, José Enrique Sued dijo que invirtió prácticamente 700 millones de pesos en el relleno sanitario de Rafey, pero no ha rendido sus frutos.
Por el contrario, en varias ocasiones los llamados buzos han ocasionado incendios, provocando que los moradores de comunidades de la parte noroeste tengan que ser ingresados en centros de salud con problemas respiratorios.
En el caso de Tamboril, el vertedero municipal fue levantado en la comunidad de Guazumal, a escasa distancia de Santiago.
El humo que desprende este basurero va a parar a las comunidades de Gurabo y Jacagua, quienes se quejan de la falta de mantenimiento.
“Los que no somos de Tamboril somos los más afectados con este desorden que tienen con ese basurero en Guazumal, y ni Medio Ambiente ni nadie hace nada”, expresa Rolando Inoa, residente en Jacagua.
Sin embargo, el de mayor preocupación resulta ser el del municipio de Puerto Plata, pues está ubicado a la entrada de la ciudad.
Los propietarios de la empresa Carnival, que opera la terminal de cruceros Amber Cove en el distrito municipal de Maimón y que prácticamente tienen concretada la compra de varios hoteles, tienen la preocupación de que están a escasa distancia del basurero.
Durante el proceso electoral, en su disputa por la Alcaldía, tanto el actual alcalde Walter Musa como su contrincante Carlos Balbuena, priorizaron el sustituir el vertedero a cielo abierto para dar paso a un moderno relleno sanitario.
