Tras 11 años de fundada, la Biblioteca Pedro Mir, de la Universidad Autónoma de Santo Domingo –UASD-, se encuentra laborando entre las más precarias condiciones y para mejorar sería necesario un presupuesto de 125 millones de pesos.
Desde su fundación, el 9 de noviembre del 2005, la biblioteca recibe diariamente más de 13 mil estudiantes y profesores, por lo que se ha hace necesario un pronto reacondicionamiento.
El edificio, concebido con el objetivo de fungir como un Centro de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación, no ha llegado a cumplir su función principal, que es incluir una bibliografía virtual, esto debido a la escasez de computadoras.
Pero el gobernador de la biblioteca, José Rafael Peña Geraldino, resaltó que ya el Gobierno le brindaría solución a esta parte, más es necesario un presupuesto de alrededor de 125 millones de pesos para ubicarla como la más importante y moderna biblioteca del país.
“Tienen 12 años todos los equipos, los aires, las computadoras. Tenemos alrededor de mil computadoras, sin embargo al menos 100 es que están funcionando, pero ahora el Gobierno ha promedio que en el mes de noviembre va entregar mil computadoras” expresó Peña Geraldino, quien indicó que el elemento que más se requiere es la bibliografía virtual.
Detalló que la biblioteca de la universidad estatal cuenta con una bibliografía en físico, con los espacios para realizar las investigaciones y las conferencias. Sin embargo, reiteró que espera disponer de los recursos necesarios para poder realizar el trabajo de una manera más efectiva.
Geraldino manifestó que otro de los grandes problemas son las filtraciones, encontradas desde los salones llamados VIP, los centros de estudios a donde los alumnos solicitan los libros, hasta encima de las obras literarias.
Esto pese a los ingentes esfuerzos se realiza desde la Gobernación y los empleados, quienes aportan su granito de arena para mejorar el plantel, manteniendo la limpieza y reparando las mesas y sillas.
“Las filtraciones se corrigieron en tiempo atrás, pero parece que el trabajo no quedó muy bien, ahora tenemos una persona que sí está haciendo un buen trabajo. Se ha dividido pro área par que en la medida que se dispongan los recursos mensualmente, ir reparando esa parte”, explicó el gobernador de la biblioteca.
La falta de aire acondicionado es otra de las problemáticas que ponderan los estudiantes, donde unidos a otras temáticas empeoran la imagen y calidad del lugar, pero otros lo ven con buenos ojos.
“En diferentes pisos hace mucho calor, en otros no. A veces uno viene aquí y no quiere esperar llegar a su casa y se atrasa por falta de computadoras”, puntalizó la estudiante Isaura Ureña.
En otro orden, el estudiante Luis Miguel Acosta, entiende que como la biblioteca cuenta con un catálogo interesante, deberían prestar libros, por lo menos a la gente que estudia Literatura, para que se los puedan llevar a sus casas debido a que hay muchos estudiantes que no tienen los recursos para comprar los libros.
Esta biblioteca sobrevive y tiene las puertas abiertas además, a donaciones de las Facultades de la Universidad así como de personas y empresas interesadas en rescatar y no dejar perder esta pieza fundamental de la educación superior.
