.En República Dominicana el sector de las pequeñas empresas ha registrado avances importantes, pero permanecen determinadas barreras técnicas que generan preocupación en diversos ámbitos.Algunos entendidos en el tema plantean que el problema de las pymes locales no es solo de tipo económico, sino que tiene que ver mucho, por ejemplo, en el tema de los alimentos, con un asunto de calidad, en cuanto a certificaciones, normas sanitarias, fitosanitarias y de inocuidad, empaque y mercadeo.
El propio viceministerio de Pyme, del Ministerio de Industria y Comercio reconoció a mediados de este año que “hay barreras que vencer con el tema de la burocracia y la simplificación administrativa, con el servicio al ciudadano y muchos puntos más”. La diferencia actual es que, aunque -escasas todavía-, hay acciones concretas en ese sentido, planteó el Viceministerio de Pyme.
El vicepresidente ejecutivo de la Federación Nacional de Comerciantes y Empresarios de República Dominicana, Ricardo Rosario, consultado por elCaribe, sostiene que la informalidad sigue siendo la principal traba que tiene la micro, pequeña y mediana empresa, aunque advierte que la formalización tiene un costo. “Mucha gente entiende que si entra en el proceso de formalización se les elevan los costos y entonces pierden competitividad”, asegura.
Rosario indica que “esa es una traba, porque pese a todos los esfuerzos y facilidades otorgadas por el Gobierno, todavía el índice de negocios informales es muy alto. Y eso es grave, porque significa que muchos de esos empleados no están en la seguridad social y se les limita el acceso al crédito a nombre de las empresas, por carecer de una razón social valedera e institucionalizada”. Para las pequeñas empresas, el tema del conocimiento es importante, pero mucho más si ese conocimiento puede aplicarse a los productos para mejorarlos. En la celebración de la tercera edición de la rueda de negocios “LAC Flavors”, el Banco Interamericano de Desarrollo resaltó que los productos latinoamericanos son de alta calidad, hay que mostrarlos al mercado y eso requiere de un esfuerzo adicional.
Para entonces, el organismo resaltó que está comprometido con la pequeña y la mediana empresa como motor de desarrollo y de generación de empleos y como actor fundamental para la inserción internacional. En 2017 se espera que República Dominicana lance el Programa Piloto de Innovación para las pequeñas y medianas empresas, que procurará la creación de un fondo especial de unos RD$20 millones para impulsar la iniciativa.
La atención debe estar dirigida hacia comercio
La Junta Agroempresarial Dominicana también ha destacado en diversos momentos y lugares la importancia de enfocar la atención del país hacia temas de comercio, entre ellos los nuevos mercados y la nueva agricultura. La institución ha destacado, a través de su presidente ejecutivo, Osmar Benítez, el valor que tienen los productos nostálgicos en Estados Unidos y lo provechoso que puede ser eso para las pymes del área agrícola.
