Medida de rescate de Valle Nuevo, entre júbilo y angustia

En los 409 productores agrícolas diseminados en 33 comunidades localizadas en los 910 kilómetros cuadrados de terrenos del parque nacional Juan Bautista Pérez Rancier o área protegida de Valle Nuevo, existe una situación de angustia que afecta a&#823

En los 409 productores agrícolas diseminados en 33 comunidades localizadas en los 910 kilómetros cuadrados de terrenos del parque nacional Juan Bautista Pérez Rancier o área protegida de Valle Nuevo, existe una situación de angustia que afecta a miles de campesinos.La preocupación ,al vencer a finales de este mes el plazo otorgado por el Ministerio de Medio Ambiente, contrasta con la de los ambientalistas y las autoridades del Gobierno que aseguran que buscan corregir el trasvase de cuencas que ha ocasionado daños graves a siete ríos y cinco arroyos que nacen en esta zona.

Ente los constanceros que residen en el Valle, existe júbilo, pues dicen que esta acción permitirá recuperar las principales fuentes acuíferas que brindan agua a prácticamente todo el Cibao.

Las comunidades utilizadas por parceleros y grandes terratenientes, se dedican a la cosecha de papa, ajo, lechuga, cebolla, manzanas, zanahoria, repollo, uvas, guandules, plátanos están diseminadas en Constanza, municipio perteneciente a la provincia de La Vega; así como las de Monseñor Nouel, San José de Ocoa y Azua.

“Si Danilo es tan bueno que venga a hablar con cada uno de nosotros. Lo subimos y mira lo que nos hace”, expresa Cleto Anasagati, cuya familia tiene 84 tareas sembradas de zanahorias en la comunidad El Convento.

En esa zona hay varios invernaderos, utilizados para la siembra de fresas y verduras y de allí viven aproximadamente 200 familias, según refiere Anasagati, descendiente de inmigrantes japoneses.

Falta otro levantamiento

Aunque el censo levantado por Medio Ambiente establece que son 409 los productores, el administrador del parque nacional Valle Nuevo, Julio César de los Santos, asegura pueden llegar a 500, debido a que falta por hacer un levantamiento en zonas de la provincia Monseñor Nouel.

Las cuencas más afectadas por la colocación de tuberías que en ocasiones superan hasta los nueve kilómetros de distancia hasta las plantaciones, son Río Blanco y Río Grande Yuna, Tireo, Sonador, La Cueva, Ocoa. También los Arroyos, Aguas Blancas, Pinar Bonito, Guarícano, Guayabal y el Limón.

El parque acoge a 33 comunidades, de ésas, 20 son internas, es decir, que están en el mismo pulmón.

Según Julio César de los Santos, tan solo las comunidades Las espinas, La Cienaguita, La Nuez, Loma Los Chivos, las Avispas, tiene diseminados 140 productores en pendientes de la Cordillera Central.

En las comunidades enclavadas en Constanza como son Montellano, Castillo, Pinar Parejo y Pinalito cuentan con aproximadamente 300 cosecheros de una gran variedad de productos agrícolas. Otros treinta están diseminados en El Botao, Arroyón, quienes se dedican al cultivo de café y guineo y diez en Azua, específicamente en Pinar Parejo que es la zona que es limítrofe con Constanza y se dedican a la siembra de guandul y habichuela.

“Primero deciden ampliar la zona del área protegida y ahora dicen que también nos van a sacar a nosotros cuando tenemos más de cuarenta años trabajando la tierra”, expresa Raimi Ramírez, residente en Las Espinas, zona rural de Ocoa, al hablar con reporteros de elCaribe. Otro de los afectados es Caonabo Suero, quien lleva 60 de sus 86 años de edad, dedicados a la actividad agrícola.

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