Era Trump

Contradiciendo  su discurso de campaña contra el involucramiento de su país en el conflicto sirio, el presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó súbitamente un ataque contra Siria, pretextando indignación moral por el ataque con armas químicas contra la población civil allí, atribuido al régimen de Bashar al Assad. En realidad, Trump necesitaba una victoria tras tres mortificantes derrotas: dos bloqueos judiciales a sus vetos migratorios y falta de apoyo en el Congreso para anular el “Obamacare”. Este ataque fue su oportunidad, su popularidad subió tras la acción. Cuáles consecuencias tendrá su demostración es la pregunta del momento. Así, la atención está puesta en su secretario de Estado, Rex Tillerson, que ha viajado a Rusia. Empezaremos a conocer qué traerá el barco.