En una extensa proclama al pueblo dominicano el 13 de octubre de 1959, el Doctor Rafael Leónidas Trujillo Molina, estimula a los dominicanos a practicar el bien. En la misma, además de alardear de su trabajo realizado en los días después del paso del huracán San Zenón por el país, el 3 de septiembre de 1930, lo cual presenta como uno de sus más grandes orgullos como conductor del pueblo dominicano, Trujillo da a entender que es un hombre de bien. En su anuncio dice que es innegable que el nivel de vida del país era altamente satisfactorio y que no existían problemas de orden público que no hubieran sido resueltos por su gobierno. Todos estos argumentos los utilizó para pedir que: “Sin demandar sacrificio ni imponer contribuciones”, acudía al “amor del pueblo” para designar una fecha con la denominación de “Día del pobre”, en beneficio de los necesitados. Para dar cumplimiento a esa solicitud, el 17 de octubre de 1959 el Presidente Héctor Trujillo emitió el decreto número 5231, mediante el cual quedaba instituido el 24 de diciembre de cada año como el día sugerido. Mediante el mismo decreto también se crea la Junta Nacional Pro Día del Pobre, la que estaría presidida por el Secretario de Estado de Salud y Previsión Social, y que sería la responsable de dar cumplimiento a todo lo concerniente a esta celebración. Con la creación de este día, el Estado dominicano tenía el deber de suministrar recursos y alimentos a todas las familias de escasos recursos en el país, y le servía a Trujillo para desempeñar el papel que más disfrutaba: la de “benefactor”, auto consideración ésta que trajo numerosas críticas de propios y extraños. Sin embargo, terminada la Era del Benefactor, en los cincuenta y ocho años trascurridos, los gobiernos dominicanos han continuando con la práctica de las consideraciones de conmiseración, como por ejemplo, la de la Cruzada de Amor creada por Balaguer en sus Doce años, que era una clara réplica de los programas llevados a cabo en la Argentina de Perón, y los Descamisados de su esposa Evita. Así también, la práctica de regalar juguetes, cajas y fundas con diferentes productos de la canasta familiar para las tradicionales fiestas de Reyes y cena de Nochebuena han continuado vigentes, hasta el día de hoy, llevadas a cabo no solamente por el gobierno de turno, sino por los partidos políticos, práctica criticada por éstos cuando están en la oposición, pero llevadas a cabo tan pronto acceden al poder. Recordemos un partido político que tiraba pollos y salamis al público que asistía a sus manifestaciones, y programas más sofisticados, pero de igual concepción filosófica.

Esta foto corresponde a un reparto de juguetes efectuado por el doctor Balaguer, el 6 de enero de 1971.

El 20 de enero de 1954 el Senado de la República aprobó por primera vez un proyecto de ley que disponía que el Estado y sus instituciones autónomas, los ayuntamientos, y el Consejo Administrativo del Distrito, así como los organismos políticos y las personas y empresas privadas pagaran a sus empleados, en esos momentos, de sueldos menores de RD$200, el equivalente a un sueldo mensual a título de “regalo pascual”, a más tardar el 24 de diciembre de cada año, de acuerdo a la ley No. 3742. Esta ley fue sustituida el 16 de abril de 1955 por la ley No. 5000 la cual aumentaba a RD$300 los sueldos devengados por los trabajadores con derechos a recibir el salario de Navidad; luego, el 25 de marzo de 1957 se promulga la ley No. 4652 que modifica la 5000 y aumenta el beneficio del sueldo de Navidad a los empleados que ganan hasta RD$400. En 1958, se modifica el artículo 1 de esta ley, para incluir los pensionados y jubilados como beneficiarios del pago de la regalía. Un año más tarde, en 1959, la regalía pascual fue suspendida por Trujillo, bajo el pretexto de que el gobierno había incurrido en gastos no contemplados en el presupuesto, para defender la soberanía nacional, amenazada con el desembarco del 14 de junio. Luego de recibir una carta de su hijo Ramfis, en la que le expresaba a su padre que la suspensión de la regalía pascual significaba un golpe a su política en todo los sentidos, éste cambia de opinión y el 16 de octubre recomienda al gobierno dar la regalía pascual a los empleados que ganasen hasta RD200, afirmando que este “regalo” era una conquista de la presente Era, ofreciendo incluso un millón de su patrimonio personal en caso de que fuese necesario para el pago del sueldo de Navidad. También pidió a las empresas que estuvieran en condiciones, hacer lo mismo como expresión de solidaridad con el gobierno, lo cual fue graciosamente acatado para estar en buenas con el solicitante.

Hoy, el beneficio del doble sueldo está contemplado como un derecho del trabajador mediante la ley No. 16-92, que establece el Código de Trabajo de la República Dominicana. En la foto el director de El Caribe, Francisco Prats Ramírez (al centro, derecha) habla en el acto de entrega de los cheques correspondientes a la regalía pascual del personal de Editora del Caribe el 22 de diciembre de 1960.

Por Freddy Acosta

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