García-Godoy es un amante de la escultura, uno de los medios de expresión más complejos del arte

Desde hace buen tiempo, la escultura se ha considerado como la cenicienta de las artes, esto así porque su producción es cada vez más limitada. Encontrarnos con artistas que se dediquen a este oficio es menos frecuente, y es muy probable que esto se deba al hecho de que es un proceso de producción lento y minucioso, sobre la base de materiales que deben ser muy bien tratados para que se conserven en el tiempo.

Sea cual fuese el escenario, la escultura es de los medios de expresión más complejos, sobre todo al momento de valorar el resultado, ya que el efecto tridimensional que la conforma acrecienta el nivel de perspectiva que se pueda tener sobre el objeto y, por tanto, conlleva una mayor dedicación por parte de quien practique este oficio.

Pero, es esta una apreciación muy general que el artista Federico García-Godoy no comparte del todo, pues para él, el oficio de escultor es un deleite, le apasiona. Disfruta cada parte del proceso al máximo. Es como si se tratara de un juego que va llevando con total libertad y naturalidad.

De padre criollo (Federico García-Godoy Álvarez) y madre norteamericana (Elizabeth Mosher Brown), es de formación odontopediatra como su progenitor. De la madre hereda el gusto por la buena cocina. Tanto es así que hace unos años publicó el libro: Las Recetas del Doctor, en el que se registran algunas especialidades de su madre y de su abuela, empleándose esta edición para recabar fondos para las Olimpíadas Especiales.

¿Cómo empieza su vínculo con el arte?
Mi vínculo con el arte se ha venido desarrollando con el discurrir del tiempo en función de las circunstancias. Un día, mi padre, con el fin de mantenerme tranquilo, me regaló una libreta. De tanto rayar, empecé a configurar mis primeros dibujos. Entonces, dada mi predilección por el arte, me inscribieron en la Alianza Francesa para tomar clases de pintura. Desde allí pude compartir con Luchy Vicioso, Aída Lucía y otras figuras relevantes del medio cultural dominicano.

Tengo entendido que también es músico.
Es correcto.

¿Cómo se despierta su interés por la música?
Un día decidí ser músico. Entré en una tienda de instrumentos musicales y me compré una guitarra.

¿Así, sin más …?
Ya lo sabes. Empecé a trastear el instrumento hasta que finalmente aprendí. Luego no podía parar, lo que me guió a formar un grupo de rock denominado “Snobs”, también conocido como “Los composicionistas”, porque componíamos nuestras propias canciones siguiendo el estilo inglés. Entre los miembros de “Snobs” estaba Miguel Cuesta, quien aún se mantiene activo en Estados Unidos con la banda Zosma.

Cuéntenos un poco de su carrera como odontopediatra…
Bueno, qué te puedo decir… lo primero es que el término “odontopediatría” no se conocía propiamente, pero como mi padre fue el primer odontopediatra del país, decidimos crear un centro de estudios para difundirlo. Junto a mi padre y mi hermano, establecimos el primer Centro de Odontología Pediátrica de República Dominicana, por medio del cual desarrollamos varios congresos internacionales y donde tuvimos siempre la presencia de las principales figuras de la odontopediatría a nivel internacional. Más tarde, lanzamos la primera revista intitulada: “Acta de Odontología Pediátrica”.

Por muchos años impartí cátedra de Odontopediatría en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) hasta que abrieron la Universidad CETEC, que dirigía Doña Jacqueline Malagón, donde estuve durante varios años. Luego fundé la primera Escuela de Graduados en Odontología en la Universidad Católica de Santo Domingo, donde coordiné el primer postgrado en Odontopediatría.

Actualmente estoy desarrollando la Escuela Iberoamericana de Graduados de Odontología con una Universidad
local y otra extranjera.

Quedé sorprendida al saber de su libro de cocina, pero tengo entendido que ha realizado otras publicaciones, ¿cuáles son?
Entre mis publicaciones, aparte del libro que citas, se encuentran: el Manual de Ortodoncia Clínica, Manual de Odontología Pediátrica Clínica (publicación conjunta con mi padre y mi hija), Manual de Traumatismo Óseo-Perio-Dentales, Manual de Anestesia en Odontología y Manual de Control de Infección y Bioseguridad en Odontología”.

¿Cómo es que retoma el arte en su vida?
En el caso del arte, mis múltiples ocupaciones académicas no me permitían tener tiempo suficiente, hasta que tuve un percance médico y mi doctor me preguntó si tenía algún hobby. Fue entonces cuando decidí volver a pintar.

Saliendo del consultorio de mi doctor, fui a CCC y compré todos los materiales para retomar el oficio. El primer lienzo pasó como seis días en blanco, hasta que pensé en las obras de Mariano Ecker y empecé a pintar bodegones. No obstante, al encontrarme con un tronco; recordé que mi amigo, el arquitecto Erwin Cott, quería un escritorio y decidí empezar a fabricarle uno con la madera que había encontrado, pero con la diferencia de que terminé haciendo un escritorio cargado de detalles.

¿Cómo surge su arte objeto?
Producto de mis reflexiones, partí por analizar las posibilidades del objeto en tanto obra de arte, buscando la artisticidad en todo lo que encontraba a mi alrededor, y así surge mi “arte objeto”, como denomino a la producción escultórica que realizo.

Empecé a agregar cosas, a trabajar madera, no comprada, sino recuperada o donada. Me gusta mucho el efecto tridimensional de la escultura, pues la puedes palpar. En la pintura este efecto es menos perceptivo. Además, la madera es bondadosa, la tela es fría, la madera es caliente, así que me gusta lo cálido, no lo frío. Prefiero la madera criolla como la del mango, el aguacate, por citar algunas.

Mi mejor experiencia trabajando la obra escultórica y la que más me ha gustado, ha sido con la madera de uva de playa, pues cuando se trata y seca tiene un rosado impresionante. Es como el cerezo. Este efecto me gustó y he seguido trabajando con eso.

Invitación

El 7 de junio del presente año, a partir de las 7:00 p.m., se presentará en la Galería de Arte Nader la muestra: “El misticismo mágico de Federico García Godoy”, donde se exhibirá buena parte de sus objetos escultóricos. La cita es en la calle Pablo Neruda, esquina Rafael Augusto Sánchez, del Ensanche Piantini, Santo Domingo.

Más personal

De su primer matrimonio, nacen sus hijos Cristina Elizabeth, Federico y Andrés García-Godoy Mieses; la primera es Odontóloga, completando la tercera generación de especialistas en esa rama de la salud dentro de la familia García-Godoy.
Tiene cuatro nietos: Ángela, Alina y Antonio García-Godoy, por su hijo Andrés, y Elizabeth Paliza García-Godoy, por su hija Cristina. Está casado con la Señora Altagracia Villalba Martínez, con quien celebrará próximamente sus bodas de plata.

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