“Que nuestra vida sea un homenaje a ellos y un homenaje a ellos es hacer que aquí nadie más desaparezca y sea asesinado”, agregó.
El avión que transportaba los cuerpos fue recibido por un arco de agua en la pista del aeropuerto de Quito, muestra de respeto reservada para ocasiones o personajes especiales.
Decenas de periodistas y familiares que portaban rosas blancas y retratos de los fallecidos hicieron una calle de honor a los féretros de Rivas, el periodista Javier Ortega, y el chofer Efraín Segarra, secuestrados el 26 de marzo cuando investigaban la violencia desatada desde inicios de año en la zona limítrofe entre Ecuador y Colombia.
Tras una serie de homenajes de compañeros, familiares y la ciudadanía, los restos serán enterrados el viernes en esta capital.
Los cuerpos fueron rescatados en una zona selvática al sur de Colombia y posteriormente identificados por forenses locales. El fiscal de ese país, Néstor Martínez, dijo que “he empeñado la palabra del Estado de Colombia y por supuesto de la fiscalía general para manifestarle a las familias que este horrendo crimen no va a quedar en la impunidad”.
En la frontera de ambos países, cerca del océano Pacífico, desde enero se registran ataques a bala y atentados explosivos por parte de los disidentes de las FARC que causaron la muerte a cuatro militares. Esos grupos armados también secuestraron a otros dos jóvenes comerciantes a mediados de abril y desde entonces no se conoce su situación o paradero.
Los disidentes de las FARC que asesinaron a los periodistas exigían al gobierno del presidente Lenín Moreno la entrega de tres de sus integrantes detenidos en suelo ecuatoriano y que el país rompa un convenio antidrogas con su par colombiano.
Ecuador y Colombia comparten alrededor de 640 kilómetros de frontera que se extiende desde el Pacífico hasta la Amazonía, donde por el lado colombiano actúan con relativa libertad grupos armados de narcotraficantes y delincuentes.