Entrevista: Fernando Báez de «El Rey de Najayo»

En una entrevista el actor Manny Perez expresó: “Éste es el mejor guión sobre mi país que ha caído en…

En una entrevista el actor Manny Perez expresó: “Éste es el mejor guión sobre mi país que ha caído en mis manos”. ¿Qué de cierto tiene eso para usted?

No creo que sea la persona adecuada para reiterarlo, pues junto a Franklin Soto escribí este guión. Que esa opinión venga de Manny es para mí y de seguro que para Franklin también, un gran alago y satisfacción. Pero lo que sí puedo decir es que es un trabajo donde se manejaron muy bien los perfiles de cada personaje, su justificación en la trama y un buen manejo de las curvas dramáticas.

Sin contar a Manny Pérez, ¿Por qué recurrir de nuevo a figuras de la televisión para conformar el elenco de la película?

Las decisiones del elenco no siempre vienen de los directores. En el caso de nuestro país, los inversionistas apuestan a la recaudación de sus inversiones en las taquillas y está probada la fórmula de que las principales figuras de la televisión llevan gente a la taquilla.

El tema del narcotráfico es uno de los que se encuentra en el tapete hace algunos años en el país, y provoca cierto morbo en la población. ¿Cree que es un “pasaporte” seguro al éxito de la producción?

No tanto como un pasaporte seguro, más bien pienso que el objetivo es salir de los tradicionales temas de comedias y romper con el mito de que solo las comedias tiene el éxito asegurado en la taquilla, pero eso es una especulación de mi parte, el público tendrá la última palabra.

Por el tema tratado, ¿tuvo algunos inconvenientes o rechazos para realizar la producción?

Aquí se nos presentó el caso de que muchos de los eventuales anunciantes se rehusaron a que sus productos se relacionaran con el narcotráfico. Un absurdo tomando en consideración la cantidad tan grande de películas de este género en que los products placement son abordados por las casas comerciales para la utilización de sus productos. Un capo, delincuente, o desalmado millonario siempre aspira a lo mejor, por eso se les ve con los mejores carros, los mejores relojes, consumiendo las mejores bebidas. Todo es aspiraciones en la vida y no significa que un producto determinado se relacione con el narcotráfico o el crimen organizado porque aparezca en una película. Es muy importante que los anunciantes creen conciencia en este punto porque el futuro del cine dominicano depende en gran medida de esto.

¿En algún momento de la película recurrirán a la acostumbrada comedia dominicana para intentar encantar al público?

Una película dominicana que no tenga aunque sea un ingrediente mínimo del humor nuestro no sería auténticamente dominicana. Y de seguro que aunque no es una comedia en «El Rey De Najayo» pueden encontrarse una que otra jocosidad dominicana pero como el humor es relativo (el bueno y el malo) espero que el público encuentre en nuestra historias esos momentos y los disfrute.

Como director, ¿Cuál fue su principal reto con este filme?

Tratar de buscar inspiración en hechos reales acontecidos recientemente en nuestro país en el mundo del narcotráfico, sin obedecer con exactitud ni a la cronología ni al personaje. En nuestro caso, aunque nuestra historia está inspirada en lo que aconteció a un reconocido capo dominicano que fue baleado y muerto en la cárcel de Najayo y fue reconocido precisamente bajo este mote, la historia es toda una especulación, no se trata de la vida de este señor. Fuera de eso, producir en sociedad con otra casa productora fue también otro gran reto.

¿Tiene algún nuevo proyecto en mente después de este?

Mi gran sueño “Flor de Azúcar”. Hemos estado trabajando durante dos años en este proyecto y estamos en espera de completar los fondos económicos para iniciar el rodaje planeado para julio próximo. Es una historia inspirada en el cuento de Juan Bosch, “La Nochebuena de Encarnación Mendoza” y con la que pienso entrar a los principales festivales internacionales del mundo del cine.

Opinión de la industria cinematográfica dominicana

Una industria creciente y con enormes posibilidades de desarrollo. Si bien es cierto que es una realidad que no hemos tenido grandes aciertos, no menos cierto es que ningún país del mundo desarrolló esta industria sin un montón de desaciertos. La nueva ley y sus reglamentaciones serán una catapulta a la industria del cine dominicano. Ahora falta que respaldemos todos, nuestro cine dominicano, asistiendo a las salas, combatiendo a la piratería, que los inversionistas crean en la capacidad de los realizadores locales y que se ponga especial interés al cine independiente.

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