Un estudio publicado en la revista Addiction demuestra que opciones de embriaguez e imprudencia van siempre mano a mano del alcohol. Y, para los que lo dudaban, el desliz sexual también.
Se analizaron los resultados de 12 experimentos en los que las personas fueron asignadas al azar a beber o no beber y luego probaron su disposición a tener relaciones sexuales sin condón. Cuantas más personas bebían, encontraron los investigadores, el peor de sus decisiones. Un aumento en el nivel de alcohol en sangre de 0.1mg/ml dio lugar a un aumento del 5% en la probabilidad de relaciones sexuales sin protección.
El objetivo de los autores era descubrir qué tan grande es el papel que puede desempeñar en las relaciones sexuales de riesgo a infección por el VIH, el consumo de alcohol. Ya que, a pesar de las campañas de sexo seguro para la prevención del VIH / SIDA, las tasas de infección no se han movido en los países de altos ingresos en la última década, señalaron los autores.
«Beber tiene un efecto causal en la posibilidad de participar en prácticas sexuales de riesgo, y por lo tanto debe ser incluido como un factor importante en los esfuerzos de prevención para el VIH», dijo el principal investigador Jürgen Rehm, del Centro de Adicción y Salud Mental en Toronto, en un comunicado.
«Este resultado también ayuda a explicar por qué las personas en situación de riesgo a menudo muestran este comportamiento a pesar de un mejor conocimiento: El alcohol influye en sus procesos de decisión», citó la revista Time al investigador.
