Danilo Medina presentó anoche su programa de gobierno y se comprometió a combatir las desigualdades sociales y a apartar de su equipo a los corruptos.El candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) explicó que para él la economía debe existir para las personas, y no las personas para la economía.
“Eso es hacer lo que nunca se ha hecho y será lo que nos permitirá sacar a un millón y medio de dominicanos de la pobreza y elevarlos a la clase media. eso es el cambio seguro”, subrayó.
Medina también ratificó el compromiso de crear 400 mil puestos de trabajo mediante la dinamización del turismo, la agropecuaria, la micro, pequeña y mediana empresa, la industria y las zonas francas, así como apoyando la economía social y solidaria.
Dijo que el programa presentado “es la síntesis de mi visión de país y de los compromisos que estoy dispuesto a asumir con todos los sectores que me he reunido, a lo largo y ancho de la República Dominicana”.
“Nuestro compromiso será poner a las grandes mayorías populares de la República Dominicana en el centro de todas las políticas, especialmente de las políticas económicas y sociales”, apuntó.
En su discurso, Medina no dejó de torpedear al candidato del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) Hipólito Mejía, de quien dijo se toma “a chercha” los problemas de los pobres y de quien aseguró no tiene capacidad para gobernar el país.
Gobierno ético
El candidato peledeísta dijo que sus funcionarios deberán firmar un libro de compromiso con la ética, y que quien se aparte de ese camino será destituido “y si es necesario sometido a la justicia”.
Se comprometió a no deshonrar la memoria de Juan Bosch y que gobernará con sus principios.
Cúpula del PLD y aliados presentes en el acto
El programa de gobierno fue presentado por Gustavo Montalvo, coordinador del equipo que lo elaboró. Medina estuvo acompañado de la candidata vicepresidencial, Margarita Cedeño de Fernández, y de su esposa Cándida Montilla de Medina. En el acto, realizado en el hotel Dominican Fiesta, estuvo presente el vicepresidente Rafael Alburquerque y la cúpula peledeísta.
