Santiago. Las cicatrices ocasionadas por su padre cuando intentó matarla, junto a su madre, han ocasionado un trauma en la menor de doce años que le impide ir a la escuela. Molesto por la negativa de su expareja sentimental de reconciliarse con él, Mario Antonio Hernández hirió a puñaladas a Andrea Montero y a la adolescente procreada con ésta.
El hecho ocurrió en la comunidad la Unión del sector Cienfuegos, al suroeste de Santiago.
Entre llanto, Andrea dice que su hija quedó frustrada por la cortada que prácticamente le desfiguró la cara y se niega asistir a la escuela donde cursa el octavo grado del nivel básico. Andrea Montero narró que su agresor, Mario Antonio Hernández, se presentó a su casa en tono violento, amenazando con matarla si se resistía a retomar la relación sentimental.
Por el hecho, una jueza de atención permanente dictó tres meses de prisión preventiva contra Hernández.
La primera agresión se produjo el Jueves Santo, doce años después de terminar la relación amorosa.
“Como me resistí, empezó a lanzarme puñaladas y yo las esquivaba con las manos. Mi hija al ver eso, le dijo: papi y es que va a matar a mami, y él se molestó y también empezó a tirarle cuchilladas, hiriéndola en el cuello y en la cara”, narró Montero.
Dijo que gracias a la intervención de los vecinos que vieron cómo ella y su hija se desangraban en el interior de la casa, recibieron ayuda y fueron trasladadas a un centro asistencial, mientras que el agresor fue apresado. La menor recibió atenciones médicas en el hospital infantil Arturo Grullón.
