La reciente encuesta Asisa, publicada por el diario elCaribe en su edición del pasado miércoles, refleja que el Partido de la Liberación Dominicana cuenta con un 56% de simpatías electorales, el Partido Revolucionario Dominicano tiene un 34% de aceptación electoral, el Partido Reformista Social Cristiano recibe un 2% de las preferencias electorales y los partidos minoritarios suman 8% del electorado.
Ese 2% de aceptación electoral con que hoy cuenta el PRSC debe alertar a toda su dirigencia, toda vez que el PRSC hizo buenos gobiernos durante 22 años, construyendo las principales represas que hoy nos dan agua y energía, canales de riego, carreteras, escuelas, hospitales, acueductos, avenidas, zonas francas, multifamiliares, áreas protegidas, leyes agrarias y leyes de incentivo industrial, etc., y por tales razones debía conservar profundas raíces en los dominicanos que en los gobiernos reformistas vivían mejor que hoy.
Pero los nuevos datos presentados por la encuesta Asisa dicen que las raíces del PRSC se han ido debilitando, pues mientras en las elecciones del año 2000, el PRSC, con Joaquín Balaguer como candidato, obtuvo un 25% de la votación, hoy, sin Balaguer, apenas le apoya un 2% de la población, lo cual invita a una profunda reflexión.
Y la reflexión debe comenzar por analizar por qué el PRSC pudo ganar 6 elecciones con Balaguer como candidato, y porqué el mismo PRSC no ha podido ganar ninguna elección con otros candidatos, y ni siquiera ha podido competir de cerca con otros candidatos; y porqué Balaguer sigue siendo, según las encuestas, el líder político dominicano más admirado, y no pasa igual con el PRSC.
Una primera respuesta a esas preguntas sería argumentar que el Partido Reformista no era partido sin Balaguer, porque Balaguer era el partido, y que con la partida de Balaguer se debilitó el partido; pero una segunda respuesta sería que el Partido Reformista nunca entendió que la extraordinaria capacidad intelectual de Balaguer, su inigualable oratoria, y su gran capacidad para concertar alianzas, eran las razones claves por las cuales el PRSC ganaba elecciones, y que esas grandes capacidades de Balaguer no aparecen en cualquier persona, ni en cualquier lugar, y que después que la gente se acostumbró al gran intelecto de Balaguer, el partido estaba obligado a buscar y a presentar lo mejor de lo mejor que pudiera encontrar; pero hizo lo contrario, y el pueblo le votó contrario.
Esto sugiere que las fortalezas electorales del PRSC nunca estuvieron en sí mismo como partido político, sino en su especial candidato que era el mejor orador, y que muchos de los dominicanos que siempre votaron por Balaguer, y que no han vuelto a votar por el PRSC, en realidad se inclinan más en favor de un buen candidato que en favor de un determinado partido.
De ahí que la razón por la que el PRSC aparece tan bajo en las encuestas no se debe a ninguna condición estructural partidaria, sino que se debe a que el PRSC todavía no tiene un buen candidato presidencial que despierte el interés y el entusiasmo de la gente, y a que tampoco ha dado señales de estar buscando ese buen candidato para presentarlo con suficiente tiempo para crecer, competir y ganar.
De ser así las cosas, en los próximos dos años el Partido Reformista deberá enfrentarse al gran desafío de buscar un excelente candidato presidencial capaz de articular la mejor propuesta electoral y el mejor discurso social, como única forma de volver a crecer hasta alcanzar tamaño para vencer.
La gente está ahí, pero lo que no está ahí es el buen candidato.
