Santiago. El departamento de psicología de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) trabaja en una línea de base para saber con datos científicos sobre la realidad de la niñez que deambula en las calles.Los trabajos se hacen en conjunto con Acción Callejera, ante la preocupación sobre esta problemática. Y es que en los últimos meses, estos organismos perciben que cada vez son más los que se trasladan a otras ciudades como Santo Domingo, La Vega, Bonao. Otros vienen de esos lugares hacia Santiago, formando un corredor cíclico cuyas razones son multifactoriales.
El equipo técnico lo encabeza la psicóloga Rebeca Espinosa. Una de las mayores preocupaciones es que más de la mitad de los niños y niñas que realizan trabajo infantil no están vinculados al sistema educativo. “En Santiago percibimos que sigue siendo una realidad que las familias promueven el trabajo infantil, sobre todo en oficios de vendedores ambulantes, limpiabotas, convirtiendo a esta población en proveedores a muy temprana edad de los hogares de donde provienen”, expresa un documento de Acción Callejera.
elCaribe publicó un trabajo el lunes en el que ponía en evidencia la forma en que estos menores son explotados laboralmente como adultos.
Preocupación
Estos oficios todavía se perciben en la sociedad como “normalizados” aún sabiendo los riesgos que este proceso implica para la niñez. Actualmente son menos los niños que hacen vida en las calles en Santiago, aunque una gran cantidad de ellos son de ascendencia haitiana, luego del terremoto del 2010.
En los últimos años se ha sentido una disminución del trabajo infantil, debido a la amplia cobertura educativa actual, los planes escolares de tanda extendida, los programas comunitarios para la infancia. Sin embargo, desconocen la cantidad que deambula o trabaja.
Aún con estos esfuerzos, estas entidades consideran que la niñez debe ser punto de prioridad en la agenda del Estado y que hay muchos derechos pendientes de garantizar, sobre todo en la infancia de comunidades marginadas.
Acción Callejera expresa que el trabajo infantil peligroso realizado por niños en sus distintas modalidades es una realidad en Santiago.
