Querer llenar las expectativas de la empresa en la que se trabaja en tiempo récord, cumplir con los requisitos del jefe o trabajar en un ambiente cargado de “malas vibras” (poco compañerismo, chismes, quejas, trabas, acoso y demás…) generan en el empleado mucho estrés, lo cual le puede traer consecuencias nefastas en el estado emocional y físico; por ende la capacidad de poder hacer frente a las responsabilidades laborales decaen.
Cuando las cosas no andan bien en el ambiente laboral, además de estrés, el empleado también puede sentirse agobiado. Esto puede tener varias causas, que de no manejarse de la manera correcta, puede afectar emocional y profesionalmente a quien se vea en dicha situación.
“Tener mucha carga laboral, no sentirse cómodo con el trabajo que se está haciendo o tener desacuerdos con las demás personas del entorno laboral pueden crear en el individuo involucrado la sensación de agobio, y por ende, su respuesta en sus responsabilidades se verán afectadas”, comenta el psicólogo Ramón Emilio Almánzar.
Pero… ¿en qué consiste el agobio?
Es un sentimiento que se caracteriza por una enorme molestia y fatiga, que suele manifestarse como cansancio físico, emocional y espiritual. La persona siempre se siente cansada físicamente, frustrada y nerviosa, se sofoca con regularidad, siente ansiedad, y se torna inquieta… Si te ocurre esto a menudo, es que estás agobiado.
Si bien en la mayoría de los casos el agobio es una situación pasajera que una vez atravesados los momentos de estrés laboral o de angustia por la sucesión de un acontecimiento triste y desafortunado, desaparece y se retoma la fuerza y la energía vital habituales.
También existen casos en los que el agobio permanece con el correr del tiempo y entonces sí será necesario consultar a un médico especialista que pueda orientar en sus causas y por supuesto, buscar una posible solución al mismo.
Por lo regular, las mujeres son las que se encuentran más agobiadas: el trabajo, los estudios, la competencia en el oficio… Además, todas estas tareas se suman al trabajo doméstico en el hogar, la relación de pareja, y la vida con sus hijos.
“Este puede desencadenarse a través de una situación de estrés o presión en la dinámica laboral, donde el afectado tenga sentimiento de estancamiento profesional y no sepa cómo salir de determinada situación”, explica Almánzar.
Además de malestar emocional que se traduciría en irritabilidad, reactividad, mal humor y depresión, el agobio laboral puede inducir a una pérdida de producción y a crear un ambiente de trabajo cargado de negatividad. Esto, a su vez, incrementa los despidos o las renuncias (a nadie le gustaría estar en un lugar así).
Para mejorar esta situación, Almánzar considera que si te interesa el empleo debes tratar de ponerte de acuerdo con las personas de tu ambiente laboral, buscar la manera de organizar tus asignaciones, ver si realmente es el trabajo con el que se siente cómodo.
¿Qué hacer?
“Básicamente, evaluar los factores que le están creando malestar para buscar la forma de solucionarlos”, agrega el profesional de la conducta humana.
También advierte que a veces las personas se ven obligadas a permanecer en un ambiente laboral tenso o que no les gusta, por un tema económico, y esta parte es compleja, ya que las opciones se reducen, pero lo ideal es ir buscando opciones laborales en el transcurso.
Para ayudarte a manejar la situación, es vital tomar tiempo para ti mismo. Es decir, durante este tiempo no dedicarse a hacer nada: ni tareas, ni preocupaciones, ni deberes, ni trabajo… Es bueno hacer algo que nos guste: leer un buen libro, escuchar música, ir a correr… Centrarse en el momento presente: el “aquí” y el “en este momento”. También es aconsejable que evites las postergaciones. De esta forma verás cambios de actitud. l
¡Actívate!
Múltiples estudios han demostrado que la mejor forma de combatir cualquier estado emocional, ya sea estrés o agobio, es hacer ejercicios, ya que mejora tu condición física y tienes mayor energía.
Saber
El agobio se manifiesta normalmente en una recurrente, constante y devastadora sensación de cansancio que por supuesto repercutirá en la capacidad laboral y también en el desempeño mental y espiritual del individuo que la padezca.
El agobio y relación con la comida
De acuerdo con un estudio finlandés, publicado por American Journal of Clinical Nutrition, las mujeres que están agobiadas con el trabajo serían más propensas a utilizar la comida para aliviar el estrés, la ansiedad o la depresión, lo cual las lleva a comer de manera descontrolada.
El trabajo halló que quienes dijeron estar agotadas en su trabajo tendían a haber adquirido el hábito de comer por causas emocionales, en lugar de hacerlo sólo por hambre.
Por ello tendían a comer “descontroladamente”; es decir, cuando la persona se siente siempre hambrienta o no puede dejar de comer hasta que toda la comida ha desaparecido. El 22 por ciento de las participantes del estudio, padecía algún grado de agotamiento laboral y el grupo tendía a comer según las emociones y de manera descontrolada.
