El poeta, ensayista y novelista colombiano, Willian Ospina visitó República Dominicana como invitado especial a la recien concluida Feria del Libro. En su estadía en el país, ofreció la conferencia “Diálogo entre la Novela Histórica y el Ensayo Poético. Metáfora y Memoria”, en el Museo de las Casas Reales, de la Zona Colonial, en la cual abordó el tema de la historiografía y su importancia en la creación literaria. El escritor, quien ha visitado el país en varias ocasiones, abordó, además, el tema sobre la América mestiza, a través de sus novelas y ensayos, en los que plantea “cómo la esperanza es la luz que guía el futuro de este mundo en gestación”. Durante su participación en la feria, Ospina expresó que se debe crear un mercado común del libro, que pueda ser compartido por autores del Continente, y convertir esas ferias en foros sobre los desafíos de la actualidad, “porque sin duda los libros son instrumentos muy poderosos para compartir una mirada sobre el mundo y la búsqueda de soluciones en estos tiempos peligrosos”.

Usted ha hecho referencia de que su padre era cantante folklorista… ¿influyó esa música en su carrera literaria?
Mi padre era un apasionado conocedor del cancionero latinoamericano. Para mí las canciones populares forman un corpus poético muy valioso, porque unen la sencillez de la expresión con la intensidad del sentido y del sentimiento. Creo que, tanto mi vocación por la poesía, como mi amor por los relatos, nacen de esa relación temprana con las canciones y con la música verbal.

¿Tenemos conciencia de que somos una “América mestiza”, como le gusta llamar a América? ¿Existe una identidad latinoamericana?
Somos un continente muy singular, los primeros pobladores del territorio eran inmigrantes llegados de Asia, aunque su larga exploración del continente los fue convirtiendo en nativos. Europa se esforzó, después por borrar esas cosmovisiones originarias, y no fue fácil construir una identidad mestiza, porque había demasiadas cosas silenciadas y proscritas. Diría, que sólo a partir de la independencia política, siempre incompleta, y de esa otra independencia, que fue el modernismo literario y estético, nuestro continente emprendió su doble tarea de hacerse contemporáneo, y de tomar conciencia de su originalidad. Al comienzo sólo teníamos una conciencia regional o a lo sumo nacional, y sólo por momentos, tuvimos verdaderas aventuras continentales.

Desde su perspectiva ¿cómo ve la identidad latinoamericana?
Ahora es más fácil ver a Latinoamérica desde afuera, desde Europa, por ejemplo, o desde Oriente, que desde su propio interior. Aquí nos vemos un poco como extraños, pero desde lejos, ven nuestras afinidades y nuestro estilo compartido. Los latinos comparten, además, una lengua continental sin dialectos, unos orígenes comunes, gestas casi unánimes, como la independencia y el redescubrimiento de las culturas postergadas y marginadas; una literatura llena de diálogos internos, tantas cosas que el mundo advierte y valora como la música, la gastronomía, la vitalidad en nuestro estilo de vida, entre otras cosas.

¿Se ha interesado en documentar la conquista de América en sus ensayos y en sus novelas?
Todos necesitamos conocer nuestro origen, los caminos y las mezclas que nos llevaron a ser lo que somos. En mi caso, esa ha sido una necesidad creciente. Cada vez me interesa más, cada vez me asombra y me conmueve más la historia, a medias inexplorada, de este continente.

¿Debería España pedir perdón a hispanoamérica por la conquista?
No creo que sea lo más importante. Lo fundamental es no olvidar, recuperar la memoria de todo lo que puede ayudarnos a creer más en nosotros mismos y a proteger este mundo, recién explorado y, ya tan amenazado. Sólo creo en la identidad como la capacidad de conocer, de amar, de celebrar y de proteger lo que somos, nuestra naturaleza, nuestra memoria y nuestra fuerza creadora.

¿Cómo valora la pasada Feria Internacional del libro de Santo Domingo, con relación a otras ferias latinoamericanas?
Las ferias del libro han ido creciendo y cada vez convocan más a los lectores, pero todavía nos falta mucha integración. Sería deseable y posible un mercado común del libro, el esfuerzo por construir y compartir una gran biblioteca de autores del continente, que circule por todos los países. Convertir estas ferias en foros sobre los desafíos de la actualidad, ya que sin duda, los libros son instrumentos muy poderosos para compartir una mirada sobre el mundo, y la búsqueda de soluciones en estos tiempos peligrosos.

Consideración
Se debe crear un mercado común del libro, que se pueda compartir por autores del continente, y convertir esas ferias en foros sobre los desafíos de la actualidad”.

Opinión
Los libros son instrumentos poderosos para compartir una mirada sobre el mundo y la búsqueda de soluciones en estos tiempos peligrosos”.

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