Es una buena noticia que el gobierno y la oposición de Venezuela hayan aceptado dialogar para buscar una solución a la crisis posiblemente por la vía electoral.
La Unión Europea, con la colaboración de Uruguay, Ecuador, Bolivia y Costa Rica, continúa trabajando esa posibilidad, y desde Bruselas se informó que el gobierno y la oposición aceptaron participar en los primeros contactos celebrados en el Continente y ahora en Europa.
Desde que se agudizó la crisis venezolana, hemos sido sistemáticos en afirmar que el camino del diálogo es el más expedito para devolver la normalidad a esa nación.
Muchos de los actores, venezolanos o extranjeros, como Estados Unidos y sus aliados, han preferido concluir en encontrar la fórmula de un desenlace por la vía violenta y utilizando medios con ese propósito.
Lo único que se ha conseguido ha sido el derramamiento de sangre. El último hecho de violencia fue el levantamiento dirigido por el presidente del Parlamento Juan Guaidó, que no terminó en una masacre por la comprensión del gobierno de Nicolás Maduro de que se trató de una nueva acción que podía ser tomada como pretexto para intervenir militarmente en Venezuela.
Las consecuencias de una intervención militar en ese país serían peores que la crisis actual, porque podría desencadenar violencia más allá de las fronteras venezolanas, lo que sería internacionalizar la confrontación en otros planos.
Definitivamente, aunque se vea difícil, el camino más adecuado es el diálogo. Aunque es evidente la debilidad del gobierno de Maduro y la desastrosa situación económica y social, todas las tratativas violentas han fracaso, y si existe la disposición al diálogo, debe llevarse a cabo.
No parece alentador la “autorización” de Guaidó a su representante en Estados Unidos para que se reúna hoy con el jefe del comando Sur de ese país para coordinar cómo intervenir para terminar con la presidencia de Maduro.
Ahora se abre la esperanza de que con la colaboración de la Unión Europea y el grupo de países latinoamericanos, oposición y gobierno encuentren una salida tranquila a la situación.