Esta semana la letalidad de nuestra delincuencia se manifestó otra vez. El caso de Julissa Margarita Campos Hernández, de 43 años y madre de tres hijos; muerta de un disparo que le hicieron desconocidos que intentaron meterse de madrugada en su vivienda con fines de robo, consternó de nuevo la sociedad. La pavorosa delincuencia criminal que sufrimos. Por ser delincuente no se es necesariamente criminal y letal. Asaltar y robar es delinquir y es malo; pero está lejos de ser criminal. Cuando se es delincuente y a la vez criminal y letal, esa es la peor noticia para la sociedad. No se trata ya solo de la posibilidad de que los delincuentes nos quiten nuestras pertenencias, sino también la vida, lo irrecuperable. Dios mío.

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