Quisqueyanos valientes alcemos,
Nuestro canto con viva emoción,
Y del mundo a la faz ostentemos
Nuestro invicto glorioso pendón.
¡Salve! el pueblo que intrépido y fuerte,
A la guerra a morir se lanzó,
Cuando en bélico reto de muerte
Sus cadenas de esclavo rompió.
Ningún pueblo ser libre merece
Si es esclavo, indolente y servil;
Si en su pecho la llama no crece
Que templó el heroísmo viril,
Más Quisqueya la indómita y brava
Siempre altiva la frente alzará;
Que si fuere mil veces esclava
Otras tantas ser libre sabrá.
Himno Nacional

Esta semana que finaliza la República Dominicana conmemora dos grandes efemérides. El pasado martes 25 de febrero con diversos actos conmemoramos el 204 aniversario del natalicio de Matías Ramón Mella, quien la noche del 27 de febrero de 1844 bajo la consigna de ¡viva la República Dominicana!, disparó el trabucazo en la Puerta de la Misericordia, que anunció la separación de Haití y dejó iniciada la gesta de la Independencia Nacional. Militar, político, estratega y activista se destacó durante dos guerras: la de independencia y la restauradora. Es considerado uno de los Padres de la Patria junto a Juan Pablo Duarte y Francisco del Rosario Sánchez.

Dos días después el pasado jueves 27 de febrero celebramos el 176 aniversario de la Independencia Nacional, una fiesta con un marcado ambiente patriótico donde los colores blanco, azul y rojo de nuestra bandera y nuestros símbolos patrios brillan con su presencia. Con la proclamación de la Independencia Nacional se cosecharon los frutos de varios años de trabajo emprendido por una joven generación, encabezada por Juan Pablo Duarte y Diez, quien organizó la resistencia contra la dominación haitiana con la fundación de La Trinitaria y de otras sociedades.

En el marco de la celebración del 176 aniversario de nuestra independencia cabe preguntarnos ¿Estamos viviendo en el año 2020 la República Dominicana que soñaron los Padre de la Patria y quienes lucharon por nuestra independencia?

Hemos logrado grandes avances como sociedad y hemos logrado un gran crecimiento económico, pero todavía siguen presentes males que tienen un fuerte impacto en nuestro país. Sigue siendo una tarea pendiente el problema de la impunidad, el clientelismo y el problema de la corrupción, la violencia en todas sus manifestaciones, la inseguridad ciudadana y la desigualdad social.

También, la fecha patria encuentra al país inmerso en una crisis política. El pasado 16 de febrero después de iniciar el proceso de votaciones fueron suspendidas las elecciones municipales lo que ha generado una crisis política en el país. Esto ha provocado indignación en importantes segmentos de la sociedad dominicana cuyo hastío se ha expresado en distintas manifestaciones de protestas. Los jóvenes han llevado la voz cantante en la exigencia de manera comprometida, cívica y pacífica del respeto al voto y la democracia. Precisamente los jóvenes han jugado un rol fundamental en muchos de los procesos políticos que han marcado nuestra historia en defensa de la democracia y del país como lo fueron Duarte y los Trinitarios. Muchos jóvenes que participaron en la Guerra Restauradora como el caso de Gregorio Luperón lucharon por defender la restauración de nuestra soberanía. Así mismo las hermanas Mirabal y los héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo murieron defendiendo los mejores intereses del país.

La Junta Central Electoral ha convocado las elecciones municipales para el 15 de marzo y a la que debemos concurrir de manera cívica. Es necesario que las próximas elecciones se celebren con equidad, transparencia, objetividad y justicia si queremos salir de la crisis institucional y electoral que hoy enfrentamos. En el marco de la celebración del 176 aniversario de nuestra independencia es necesario superar la crisis política en la que nos encontramos, buscar mecanismo que permitan el fortalecimiento de las instituciones, establecer un diálogo que fortalezca el orden constitucional y el respeto a la democracia. Es necesario que se investigue y se aclare lo sucedido en el proceso electoral del 16 de febrero y los responsables deben ser identificados y sometidos a la justicia por atentar contra la institucionalidad democrática y propiciar el dispendio de miles de millones de pesos que fueron gastados en el proceso electoral suspendido.

Frente a las deudas pendientes que tiene nuestra sociedad y frente a la situación actual que vive nuestro país, el desinterés, el olvido o la desidia no debe ser nuestro horizonte como dominicanos. Esta experiencia debe conducirnos a la búsqueda del fortalecimiento de nuestra institucionalidad democrática, condición indispensable para que avancemos en la construcción de un país más justo y solidario. Por tanto, nuestro horizonte debe ser el que nos legaron nuestros padres fundadores de la República. El ejemplo debe ser el de los jóvenes trinitarios que un 16 de julio de 1838 juraron por su honor luchar por una República Dominicana libre, independiente y soberana de toda potencia extranjera. Su ejemplo debe iluminar la realidad dominicana en la actualidad, pues ellos recibieron una herencia histórica y lucharon para transformarla, ellos no aceptaron de forma pasiva lo que recibieron, sino que lucharon, tuvieron fracasos, adversidades y diferencias, pero nos legaron un panorama distinto, una República libre y soberana. Como señala la dra. Mu Kien ellos recibieron y transformaron, ellos construyeron la historia de una República Dominicana libre y soberana.

Debemos luchar para que la transparencia y la honestidad sea guía del comportamiento de quienes dirigen las instituciones públicas. En el 176 aniversario de nuestra independencia es necesario recordar a quien debe ser el paradigma de honradez, honestidad y transparencia, para todo dominicano que participe en la política: Juan Pablo Duarte. En 1844 al regresar de Baní, donde fue enviado a reforzar el frente sur del Ejército Nacional, Duarte entregó a la Junta Central Gubernativa RD$827 que sobraron de los RD$1,000 que le fueron entregados como presupuesto. Duarte acompañó el dinero con una nota escrita por puño y letra en que especificaba, con cifras en pesos y centavos, la forma en que invirtió los RD$173 faltantes.

Luchemos por superar los males que afectan nuestra sociedad con el mismo esfuerzo y entrega como lucharon nuestros padres de la patria. Luchemos por una cultura política marcada por un comportamiento responsable y coherente con la vivencia de los valores, que permita dar continuidad al proyecto de Nación soñado por los Padres de la Patria. Luchemos por una sociedad donde prevalezca la justicia, por una sociedad sin violencia y sin desigualdad. Luchemos por el fortalecimiento de la institucionalidad y la transparencia, por acabar con la impunidad.
Viva la República Dominicana, vivan los héroes de nuestra independencia, viva la democracia.

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