El gobierno ha decidido jugar en solitario, solo con todo su equipo, en la lucha contra el COVID-19, que es de toda la Nación. Pese a la plena disposición de la oposición de colaborar e incluso integrarse a los planes oficiales, en nombre de la unidad nacional, el silencio ha sido la respuesta, desde el más alto nivel, el Presidente de la República, hasta sus colaboradores más importantes que en todos estos días han estado interactuando frente a la televisión.

Ni una palabra han expresado las autoridades, a no ser la advertencia del ministro de Salud, de que cualquier ayuda en suministros y materiales para encarar la enfermedad tenía que ser canalizada mediante las instancias dispuestas por el gobierno para ello.

El candidato del Partido Revolucionario Moderno (PRM) se atrevió a ordenar una importación de 40 mil kits para pruebas rápidas del COVID-19, pero tendrá que hacer filas o rogar para entregarlas. Contrasta en alguna medida con las iniciativas del candidato del partido oficial cuyas colaboraciones han sido incorporadas a las agencias públicas de salud. O a sus extensiones sociales.

En fin, que el gobierno ha preferido cargar solo con toda la responsabilidad, que ciertamente es su responsabilidad desde el punto de vista formal e institucional, de liderar y dirigir la lucha contra la pandemia.

Sin embargo, parecía de mera cortesía que sus autoridades al menos saludaran la disposición y las ofertas, de ideas y de útiles de los dos candidatos opositores.

Ante un drama de tanta dimensión como el COVID-19, que asola a naciones tan grandes como Estados Unidos, o de culturas añejas, como China, Italia o España, era elemental que el gobierno abriera los brazos a sus opositores como mensaje significativo de unidad frente a la Nación ante una situación tan crítica.

De todas formas, dejemos que la Administración juegue el papel que le corresponde en la gestión de esta crisis. Que el gobierno obre sin obstáculos, con la comprensión y la tolerancia de todos. Porque el momento exige solidaridad, sin importar el silencio.

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