Se declara desierto el Premio Anual de Teatro…Ya se borró hasta el recuerdo de la Bienal de Artes Plásticas… La Orquesta Sinfónica Nacional guarda un silencio de años y el Ballet Nacional ni se diga… La poesía y la narrativa breve o larga no ocupan espacio ni siquiera en las tertulias cafetarias… Solo hay una librería por cada diez mil kilómetros cuadrados, una Feria del Libro por internet y dos puestos de libros viejos en la Mella y el Conde… La humanística, con todos sus intelectuales y artistas, poco a poco muere de inanición en la República Dominicana, que tiene, eso sí, un Ministerio de Cultura que sirve para maldita la cosa.