A una semana del espectacular segundo vuelo del cohete más poderoso del mundo, el Starship de SpaceX, todavía los expertos se preguntan si la prueba fue un éxito o un fracaso

¿Fue un éxito por el buen despegue que tuvo, porque lograron separarse las dos etapas, porque los 33 motores Raptor funcionaron correctamente? ¿O fue un fracaso, porque el vuelo de la primera etapa, el propulsor llamado Falcon Heavy duró unos tres minutosexplotó tras separarse de la nave principal y no pudo ser recuperado del mar? Y que tampoco la nave Starship, que debía recorrer un vuelo casi orbital de 90 minutos duró solo 8 en cielo, y apenas logró rozar el espacio.

La naveStarship de la compañía espacial SpaceX se convirtió en el cohete más poderoso de la historia en cruzar la frontera del espacio, tras un correcto despegue. Pero tras la separación del propulsor Super Heavy, ambas etapas terminaran explotando con diferencia de pocos minutos.

El despegue, que tuvo lugar el 18 de noviembre desde Starbase, el sitio de lanzamiento de la compañía espacial ubicada Boca Chica, en la costa del extremo sur de Texas, Estados Unidos, fue un éxito.

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“Los 33 motores Raptor del Super Heavy Booster arrancaron con éxito y, por primera vez, completaron un encendido de duración completa durante el ascenso”, escribió SpaceX en una actualización reciente de la misión. Luego, la separación de etapas de Starship se produjo a tiempo: aproximadamente 2 minutos y 41 segundos después del despegue, el propulsor Super Heavy apagó casi todos sus motores, salvo tres, cuando superó los 70 km de altitud y la nave encendió sus seis motores para separarse del mismo.

Pero inmediatamente, el impulsor Super Heavy que debía amerizar en el Golfo de México sufrió una explosión. Y 6 minutos después de eso, la nave principal Starship también explotó al alcanzar el espacio. SpaceX esperaba realizar un aterrizaje suave del Super Heavy en el Golfo de México para probar los procesos de reentrada y aterrizaje, cosa que no sucedió tras la pérdida del cohete.

“Lo que creemos es que el sistema automatizado de terminación de vuelo en la segunda etapa parece haberse activado muy tarde en el encendido, cuando la nave volaba hacia el Golfo de México”, explicó John Insprucker, principal ingeniero de integración de SpaceX. “Vamos a tomar esos datos y mejorar la secuencia de preparación de la separación en caliente y probablemente mejorar el hardware para el próximo vuelo”, agregó Kate Tice, gerente de ingeniería de calidad de SpaceX.

Consultado por Infobae, Diego Bagú, astrónomo y especialista en temas espaciales explico que la segunda prueba de la Starship (IFT-2) de SpaceX, ha sido un gran éxito: “Eran centenares de cambios los implementados en este segundo vuelo respecto a lo que fue el primero en el mes de abril pasado. De todos ellos, cuatro podemos mencionar como los más importantes. Y los cuatro funcionaron sin problemas”.

Las grandes modificaciones mencionadas por Bagú fueron las siguientes:

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– Una nueva rampa de lanzamiento, con la intención de no destruirla al momento del despegue, tal cual ocurrió con el despegue de la primera prueba

– Un sistema de inyección de agua en la mismísima rampa, con la intención de amortiguar la potencia emergida del cohete

– La intención que los 33 motores Raptor del Super Heavy (la primera etapa) se encendieran y funcionaran de manera correcta

– La separación del Super Heavy y la Starship (esta última, la segunda etapa del complejo integrado).

“El momento del despegue es, sin duda alguna, uno de los principales en toda serie de eventos ocurridos. En la primera experiencia, la rampa fue destruida en un alto porcentaje. Mientras la Starship despegaba, pedazos de concreto de grandes tamaños volaban literalmente por los aires. Tal fue el efecto del lanzamiento, que en la propia rampa quedó un cráter de varios metros de diámetro y profundidad. Por ello es que la gente de SpaceX trabajó desde abril pasado en un sistema que le permitiera mitigar en todo lo posible el efecto de los 33 Raptor encendidos”, sostuvo Bagú, que recordó que se está hablando del cohete más potente de la historia, superando en más de un 100% la potencia del mismísimo Saturno V, el vector que posibilitó la llegada de la humanidad a la Luna.

“Fue por ello que se rediseñó la rampa en varios aspectos, siendo uno de ellos el haber colocado grandes planchas de acero para la deflexión de los gases como producto de la combustión del cohete. Un segundo punto en este rediseño de la rampa de lanzamiento (OML: Orbital Launch Mount) fue la implementación de un gran surtidor de agua (un gran bidet) que permitió la inyección de miles de litros de agua desde la rampa hacia la parte inferior del cohete al momento del encendido y posterior despegue. Dicho sistema funcionó a la perfección, permitiendo también amortiguar en gran medida el impacto de semejante potencia. A diferencia del primer vuelo de la Starship, en esta segunda experiencia funcionaron la totalidad de los motores del Super Heavy, es decir, 33 motores Raptor al unísono, algo nunca visto en toda la historia”, completó el especialista.

Y agregó: “Finalmente, podemos considerar que la separación de la primera etapa (el booster Super Heavy de 70 metros de altura) respecto de la segunda (la Starship propiamente dicha, con sus 50 metros de longitud) resultó exitosa, no sólo por la separación en sí misma (lo cual no había ocurrido en la primera experiencia) sino muy particularmente por la técnica empleada: la llamada “separación en caliente”. Este tipo de separación implica el encendido de los motores de la segunda etapa mientras que los motores de la primera (al menos, algunos de ellos), aún no fueron apagados. Esta metodología es algo muy usado en Rusia, pero nunca había sido usada por SpaceX. Fue un rotundo éxito”.

“Vale mencionar que si bien todas estas observaciones resultaron en éxitos para la empresa, no menos cierto es que a fin de cuentas la Starship no sólo no llegó a realizar el plan de vuelo programado sino que, además, el propio booster se desintegró a los pocos segundos de la separación de las etapas. Esto se debió a que en ese instante, de los 33 motores del Super Heavy, debían funcionar 13, lo cual no ocurrió. Esto provocó el desvío del cohete respecto de su plan de vuelo y fue entonces que las computadoras del mismo activaron el Sistema de Finalización de Vuelo (FTS) accionando los explosivos a fin de explotarlo. Realmente es de destacar lo realizado por SpaceX. Estamos haciendo referencia al lanzamiento y puesta a prueba del cohete más grande y poderoso de la historia. Y lo está realizando una empresa que tiene tan sólo 21 años de antigüedad. Algo, literalmente, extraordinario. Las pruebas continuarán en pocos meses. A mi entender, lo lograrán. Y entonces ahí sí, la Luna y Marte nos quedarán más cerca que nunca antes”, finalizó Bagú.

Otro especialista en temas espaciales es Diego Córdova, historiador y autor de “Huellas en la Luna”.

“Ante todo tenemos que tener en cuenta que se tratan de pruebas no de misiones, por lo tanto todo lo bueno o malo que pueda salir de ellas son datos a tener en cuenta para pruebas mayores o incluso cuando llegue el momento de la verdad con una misión. A veces creo que, al tener tanta exposición mediática con seguimiento en vivo, estas pruebas generan una expectativa adicional”, precisó Córdova, que mencionó que si en la era de Apolo el público hubiera visto todas las pruebas fallidas de Von Braun y su equipo, nunca hubiera creído que para fines de la década del 60 dos hombres estarían caminando en la Luna.

“Ahora bien, volviendo al vuelo de Starship es obvio que fue un gran éxito, comparado con la prueba anterior de abril. Por empezar pasó una de la mayores pruebas que fue el encendido sincrónico de los 33 motores de la primera etapa Super Heavy, sin que haya desfasaje de tiempos ni de poder entre ellos que hubieran alterado el rumbo del cohete y malogrado el resto de la prueba, cosa que no salió tan bien en la prueba anterior”, precisó.

Y agregó: “Otro dato no menor fue la preservación de la plataforma de lanzamiento que había sido destruida casi por completo en el lanzamiento de abril (habían volado pedazos grandes de concreto). Hoy, con las placas de acero colocadas en la base y el gran deflector de llamas (un sistema que arroja 1,3 millones de litros de agua en 40 segundos) para minorar el poder destructivo del cohete, se consiguió un lanzamiento sin mayores daños”.

Para Córdova, fue todo un logro que hayan cambiado eso en tan pocos meses y además hará posible una tercera prueba en poco tiempo. SpaceX ya aventura que sería en enero, lo cual es clave si se quiere llegar a tiempo para que Starship sea la nave que descienda en la Luna con Artemis III en 2025 o principios de 2026.

“Por otro lado fue todo un éxito el apagado sincronizado de los 33 motores y la separación perfecta entre la Starhip y el Super Heavy, algo que no se había logrado la vez anterior y ahora si gracias a una estructura intermedia que permitió el encendido de la Starship cuando aún no se había separado de su etapa propulsora (separación en caliente) algo realmente innovador para los vuelos espaciales y logrado ya en la segunda prueba”, añadió el experto.

“Es verdad que aún no quedó claro porqué explotó el Super Heavy cuando tenía que ser recuperado en el Golfo de México y la Starship vio alterado su curso y se autodetonó por seguridad. Pero los datos recolectados entre ambas pruebas son valiosísimos y estoy seguro que harán las próximas cada vez más exitosas con mayores objetivos cumplidos. Siempre digo que se aprende de lo que sale bien pero más de lo que sale mal. No olvidemos que el primer vuelo del Saturno V fue con la misión no tripulada Apolo 4 y fue un gran éxito pero el segundo vuelo Apolo 6 fue un desastre y de no haberse detectado a tiempos las cosas que estaban mal en ese vuelo muy posiblemente se hubieran manifestado en los siguientes vuelos tripulados”, sumó Córdova.

Y concluyó: “En breve veremos una tercera prueba y muy seguramente veremos por fin a la Starship en órbita y regresar entera”.

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