El Cairo, 1 ago (EFE).– Emiratos Árabes Unidos (EAU) anunció hoy que la cumbre del clima COP28, que se celebrará a finales del próximo noviembre en Dubái, contará con un espacio reservado para que los activistas climáticos se manifiesten de manera pacífica, de acuerdo con un comunicado conjunto del país árabe y la ONU.
En la nota, los organizadores del evento afirmaron que habrá un lugar disponible para que «los activistas climáticos se reúnan pacíficamente y hacer que sean escuchadas su voces».
Además, indicaron que buscan enfatizar sobre «la importancia de ofrecer un marco inclusivo, transparente y respetuoso para todos los participantes para implicarse con el proceso de COP».
Este espacio sigue la estela del «manifestódromo» que preparó Egipto para acotar las protestas de los activistas y evitar que su presencia se extendiera al resto de instalaciones y eventos durante la pasada edición de la COP27, celebrada en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij.
Sin embargo, numerosas organizaciones internacionales, como Greenpeace o Amnistía Internacional (AI), acusaron al Gobierno egipcio de querer acallar las voces críticas contra el Ejecutivo del presidente Abdelfatah al Sisi, a quien señalaron de vulnerar derechos humanos y coartar la libertad de expresión, así como de blanqueamiento con medidas estéticas sobre el medioambiente.
A pesar de los intentos de las autoridades egipcias de mantener las concentraciones en esta zona determinada, más de 500 activistas climáticos, según estiman las ONG, marcharon durante diferentes jornadas dentro del recinto de la COP27 para pedir más justicia climática y la protección de los derechos humanos, tras un «consenso mayoritario» de no emplear el espacio habilitado por la presidencia egipcia para protestas.
De cara a la COP28, EAU confirmó que contará con un espacio similar, mientras más de 40 organizaciones no gubernamentales, incluidas AI y Human Rights Watch (HRW), denunciaron que el país anfitrión continúa con sus ataques contra los derechos humanos, como la persecución de activistas o la promulgación de leyes represivas.
Asimismo, las ONG manifestaron su profunda preocupación por la situación de los derechos humanos en el país, en particular por «las severas restricciones impuestas por las autoridades a los derechos a la libertad de expresión y de reunión pacífica, que socavan gravemente la labor de la sociedad civil y el espacio para la disidencia política en el país». EFE
