La fe católica no se impone por ley

Hace 25 años la encuesta demográfica y de salud, aplicada a 8,000 mujeres en aproximadamente 8,000 hogares en todo el país encontró que el 52.5 de las mujeres, entre 15 y 49 años, había usado un método anticonceptivo moderno y sólo el 19% un&#8230

Hace 25 años la encuesta demográfica y de salud, aplicada a 8,000 mujeres en aproximadamente 8,000 hogares en todo el país encontró que el 52.5 de las mujeres, entre 15 y 49 años, había usado un método anticonceptivo moderno y sólo el 19% un método tradicional. Más aún, encontró que al momento de aplicar la encuesta el 75% de las mujeres en ese rango de edad, con pareja (unida es el concepto técnico) había usado un método anticonceptivo moderno y sólo el 14% acudía a la abstinencia periódica.

En ese momento, el 34% del total de mujeres de 15 a 49 años de edad que no estaban embarazadas, unidas o no, estaban usando un método anticonceptivo moderno y sólo el 1% utilizaba la abstinencia periódica (método del ritmo, que proponían los obispos católicos) y el 1% el retiro (suspender el acto sexual antes de la eyaculación). Es interesante considerar el método moderno utilizado: 6% la píldora, 1% dispositivo intrauterino, 1% condón y 25% esterilización.

Considerando sólo las que tenían pareja (unidas), el 56% usaba un método anticonceptivo, de las cuales el 52% apelaba a un método moderno. De estas el 10% con píldora, el 2% con dispositivo intrauterino, 1% condón y el 38% esterilización. Por el nivel de educación, usaban un método moderno el 58% de las que tenían formación universitaria y el 7% el método del ritmo; con educación secundaria el 52% con métodos modernos y el 3% método del ritmo. Aún entre las que estaban sin educación sólo el 1% el método del ritmo.

Estos datos son útiles por que evidencian el fracaso de la posición oficial de los obispos de mi Iglesia, la cristiana católica, que en los años 70, 80 y 90, mantuvo una insistente prédica contra el uso de métodos modernos y denunció los programas para educar sobre la planificación familiar. ¿Sólo el 1% de las mujeres unidas eran practicantes católicas, al inicio de los años 90? ¿Sólo el 2% de las mujeres que utilizaban métodos anticonceptivos eran católicas? No lo creo, esto más bien habla del desfase de la jerarquía de la Iglesia.

El año pasado el programa de mercadeo de PROFAMILIA, vendió 1.5 millones de unidades de métodos anticonceptivos (pastillas, condones, inyectables, dispositivos intrauterinos e implantes). El cambio es notable. Hoy en comparación con lo que ocurría hace medio siglo atrás, los anticonceptivos orales se compran en el 100% de las farmacias y los condones hasta en las bombas de gasolina.

Los diputados acaban de propinar una nueva derrota a la actitud de los obispos de mi iglesia, negándose a asumir prácticas crueles en contra de los derechos de la mujer. No tienen sentido insistir en que el Estado imponga por ley a católicos y no católicos, prácticas –que siquiera son dogmas de fe- de las que no pueden convencernos a sus feligreses.

Posted in Columnas, Edición ImpresaEtiquetas

Las Más leídas