Correo de los lectores

Quieren escuchar al PresidenteSeñor director: Es una pena que tengamos un Presidente que a pesar de ciertos logros que pueda exhibir en materia económica y por demás populista, no ejerza su principal función a la que…

Quieren escuchar al Presidente

Señor director: Es una pena que tengamos un Presidente que a pesar de ciertos logros que pueda exhibir en materia económica y por demás populista, no ejerza su principal función a la que está llamado, la de líder y guía de todos los dominicanos.

No se pronuncia contra los abusos policiales. No se pronuncia contra los actos de corrupción. No se pronuncia contra el auge de la criminalidad. No se pronuncia contra el constante crecimiento del narcotráfico. No se pronuncia contra la oleada de haitianos ilegales en nuestro territorio. No se pronuncia contra las continuas violaciones a las leyes de tránsito. No se pronuncia contra la impunidad de los jueces. No se pronuncia contra la impunidad de agentes policiales que aceptan sobornos y no se pronuncia contra malos ejemplos de políticos que usan sus cargos para actos vandálicos.

Las bocinas del gobierno, algunas a sueldo y otras beneficiarias por medio de influencias, han perdido credibilidad. Es tiempo de que el presidente Medina tome la llamada de manera personal, no para escuchar, sino más bien para ser escuchado.

Hable usted señor Presidente, pero hable de todo. Abra su corazón nuevamente. Ese mismo corazón que mostró en el año 2000 y en el 2012, y conecte con su pueblo.
Le recuerdo señor Presidente que el baño de pueblo no es morado, pues morado es su perfume. El baño de pueblo es de todos los colores.
Vladimir Vásquez Bonetti
Ciudadano

Tarea para Patología

Señor director: Urge, hoy y no más tarde, investigar vía autopsias las muertes con frecuencia reportadas como ataque cardiaco u otras patologías que dejan inconclusas las verdaderas razones del deceso de quien ha estado usando estimulantes sexuales, sin supervisión médica y a pesar de su notable juventud. Aunque parezca inocente, pudiera ser que las víctimas, sus familiares y relacionados estén encubriendo así, conscientemente, las crecientes muertes por infarto cerebral potencialmente asociado al uso/abuso de populares pastillas facilitadoras de una erección duradera.
Se tienen que romper las barreras, tanto morales como económicas, que impiden debatir ampliamente este creciente problema de salud pública, casi epidemia, que aconsejan mayores controles sobre el mercadeo de esas pastillas.
Julio A. Jiménez
Ciudadano

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