El Canario, Grupo Niche, El Chaval, El Mayimbe, Los Rosario y el Legado con Jandy, fueron los más aplaudidos

Esta 21 edición del Latin Music Tour fue intensa. El jueves, la primera sesión, denominada Noche dominicana, concluyó a las 4:05 de la madrugada del día siguiente.

Urbanda abrió el show en el Salón Filmore con una interesante propuesta en la cual el teclado contrapuntea con el acordeón, y las congas son percutidas también con un palo en la cáscara (algo que viene de la música llegada del reino Arará en el Dahomey), además de contar con la tambora, mientras el bombo y la güira son tocados por una sola persona como es usual en las bandas típicas. Le siguió Banda Real cuya calidad es conocida y donde en cambio el tamborero que ha instalado una caja de clave a la tambora, percute también una caja redoblante y platillos.

La noche, sin embargo, cogió más fuerza con Los Hermanos Rosario, quienes hicieron una entrega de unas dos horas, con un público enardecido, escuchando temas de antes y de ahora. Y bailando.
Entre una propuesta y otra, DJ Alberto Peralta ponía música, y Mariachi Buda y La Loba se encargaban de la animación.

Finalmente El Mayimbe subió pasadas las 2:00 de la madrugada, tras un intro un poco dilatado. Y estuvo cantando -entre otras A mi manera, en una interpretación bien entregada- hasta pasadas las 4:00 de la madrugada. Había dicho que no quería cerrar. Y agradeció al público que se mantuvo firme esperándolo. Así que la lista de canciones la hizo en tarima a petición de público. Casi hay que bajarlo del escenario.

Segundo día

Tras Rochy RD fue el turno de Wason Brazobán, que cantó Mi reina, La Mujer, Mala, Querida, En un solo día, entre otras.

Wason se notó un poco ronco en la segunda mitad de su actuación. Esto se debió a las dificultades de un ambiente difícil de ecualizar, a no ser que se trate de un ingeniero en sonido que haga un montaje serio. De la balada al bolero, muchos prefieren su manera de abordar el bolero, con la revitalización de un género de menos competencia.

Alá Jazá, entregó sus mambos, y mejor le fue con las bachatas. Una vez más el tema del sonido se hizo. El set de bachatas que ofreció, tocando el bajo, fue la mejor parte de este artista que debería pensar muy en serio dedicarse a -tal y como ha hecho el Torito- dividir su repertorio en dos.

Detrás Cosculluela presentó un show con todas las de la ley, incluyendo imágenes en pantalla led (el único que lo hizo), siendo muy aplaudido.

El Chaval, lo mejor de la noche. Afinadísimo, con ese requinto que tiene una manera de decir muy particular. Y con una banda donde se siente que hay no solo empaste sino también complicidad. El Chaval interpretó temas como Estoy perdido, Cuando el amor se va, Homenaje a Luis Segura, entre otras, y no podía faltar Donde están esos amigos, ya rayando las 4:00 a.m.

Tercer día

Después del mediodía una carpa en la playa acogió entre otros a Jandy Ventura y el Legado en una encendida entrega, con el repertorio del inolvidable Johnny Ventura.

Una nota discordante para los Dj participantes y los exponentes urbanos: allí donde hay niños y adolescentes, por ley -óigase bien, por ley- están obligados a obviar malas palabras o letras explícitas.
El Mayor interpretó Prendí, La curiosidad mató al ratón; Pa qué tú me saludas, Échenme agua bendita, Galapin, (había niños), Dame banda; Dubai Zubi, Tititi y Rulai. La última fue Miriam Cruz, cuya presentación lamentablemente no pudimos cubrir.

En la noche, pasadas las 10:30 abrió Luis Gálvez, un salsero dominicano radicado en Nueva York, de excelente calidad vocal y repertorio.

José Alberto El Canario demostró un punto de madurez artística de altos quilates, al interpretar Bailemos otra vez; Fotos y recuerdos; Vas a venir conmigo; Desesperado; Hoy quiero confesar; Mis amores y Discúlpeme señora, así como Sueño contigo.

A las 12:25 subió el Grupo Niche cantando La negra no quiere; Nuestro sueño; Una aventura; Hagamos lo que diga el corazón; No llores más; Pajaritos en el aire; Algo que se quede para siempre; Tú no sabes querer; Estoy pensando; Un día después y Cali pachanguero. Maravillosa demostración de profesionalidad, buen gusto, excelente calidad musical y extraordinaria calidad vocal de su frente, bajo la dirección de José Aguirre.

Tony Vega se encargó de cerrar con salsa el Latin Music tour pasadas las 2:00 de la madrugada, tras cantar Esa mujer; Ella es; La carnada (de Braulio); de Xiomara Alfaro interpretó Haremos el amor, entre otros. Siguió con Uno mismo y cerró la noche con Aparentemente.

La oportunidad perdida de Rochy RD


La segunda noche abrió Rochy RD, quien solamente duró 27 minutos en tarima. Comenzó a las 10:45 y concluyó a las 11:12 minutos. Cantó cinco temas y uno, Peluche, repetido. Todo supuestamente para no ser demandado por incumplimiento. Porque alguien le ha hecho creer al exponente urbano que un show suyo cuesta 3 millones. Ni que fuera Juan Luis Guerra o Anthony Santos, o Romeo.
Esa falsa ilusión que le han hecho creer, o que quieren hacerle creer a la gente, forma parte de la mercadotecnia del disparate.

Su actuación debió ser impactante, bien producida, que dejara una huella. A fin de cuentas era -como dijo Mariachi Budda- su primera presentación tras salir de la cárcel para un público grande (no lo que reúne en la discoteca de la capital, hacia la cual salió corriendo una vez terminada su actuación); y esa aparición en escena debía ser con todos los elementos de montaje escénico, imágenes en pantalla, puesta en escena en general.

Al terminar su actuación no lo aplaudieron. Una oportunidad perdida de ser humilde y reivindicarse. Además, ¿por qué tanta insistencia en Peluche?


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