Se colocó a uno de la marca del club para un jugador con 23 años o menos
Vladimir Guerrero Jr. se encuentra en un buen momento en esta temporada. Anoche, el inicialista extendió a 20 su racha conectado de imparables en el partido en que los Azulejos de Toronto visitaban a los Orioles en el Oriole Park de la ciudad de Baltimore.
La saga, que comenzó el pasado 15 de julio ante los Reales de Kansas City, es la más extensa en la actual temporada. El imparable, al jardín central, lo conectó en la parte alta de la sexta entrada antes de que la lluvia detuviera el encuentro en el cierre de ese episodio. Lo hizo ante el abridor Kyle Bradish.
Dejó atrás el empate que tenía con Alfredo Griffin, quien lo hizo en 19 encuentros de manera seguida en la estación de 1980 para un jugador con 23 años o menos en la historia del equipo. Al momento de la demora del partido, los Azulejos dominaban 5-3 a los Orioles.
Tras la reanudación del encuentro, el primera base criollo tenía de 4-1 y una carrera anotada.
En tanto, los Azulejos, sin el resultado de anoche, registraban marca de 13 victorias y seis derrotas durante esa seguidila. De conectar hoy un inatrapable, igualaría con Lloyd Moseby, quien tiene la racha más larga para un pelotero con 23 años. Antes había dejado atrás a Roy Howell (1977) y a Roberto Alomar (1991), quienes lo hicieron en 15 partidos consecutivos.
En esos 20 encuentros, Vlad Jr. ha disparado un total de 32 hits, de los cuales, ocho han sido dobles y tres jonrones, con 11 carreras remolcadas y 16 anotadas.
En esta misma temporada, el hijo del inmortal del Salón de la Fama de Cooperstown, Vladimir Guerrero padre, había hilvanado una seguidilla de 15 encuentros pegando por terreno de nadie. Sucedió en el período del 2 al 18 de mayo. Inició ante los Yankees de Nueva York y culminó frente a los Marineros de Seattle.
Guerrero Jr. ha aparecido en 103 juegos esta temporada para los Azulejos de Toronto. Registra un promedio de .289 con 23 jonrones y 68 carreras impulsadas.
En el encuentro de anoche, Bo Bichette comandaba el ataque ofensivo de los Azulejos con cuatro carreras remolcadas, todas producto de dos cuadrangulares.
En cambio, Terrin Vavra contabilizaba dos de las cuatro producidas por los Orioles.
