El antesalista habla con elCaribe de su dura experiencia tras ser bajado a Clase A tras varias temporadas en las Mayores

Cleveland, Ohio.- Nunca se imaginó que después de sobrepasar las duras pruebas de su firma, Miguel Ángel Sanó volvería atravesar momentos difíciles que lo han hecho revaluar su carrera como pelotero profesional.

Hace un año y varios días, participó en el Juego de Estrellas de Las Mayores, y fue un jugador esencial para llevar a los Mellizos de Minnesota a la postemporada, aunque pasó un tiempo lesionado.

En cambio, esta campaña ha sido de duras pruebas y reflexiones para el antesalista dominicano que, después de haber ascendido a Grandes Ligas en 2015, tuvo que descender a Clase A.

“Le doy gracias a Dios por darme la oportunidad de estar hoy en día aquí. Nunca bajé la cabeza. Gracias a Dios estoy de vuelta, y espero que no se repita lo que pasó. Fue un momento de experiencia y de recuperación”, expresó Sanó a elCaribe.

El 13 de junio, Miguel recibió la noticia de que sería degradado a Clase A Fort Myers para tratar de reencontrarse a sí mismo.
Previamente, en 37 partidos con el equipo de Minnesota, bateó para .203 con siete cuadrangulares y 27 remolcadas, además se ponchó en 66 ocasiones.

“Yo digo que en la vida nunca es tarde para recapacitar, gracias a Dios por todo y de vuelta al equipo grande. Ahora tengo más hambre para trabajar, si antes trabajaba ahora tengo más deseo de ser alguien grande en este juego”, manifestó Sanó, quien conectó 28 jonrones y remolcó 77 carreras en 114 partidos, la campaña pasada.

En lugar de simplemente enviar a Miguel a Triple A para aumentar su confianza, el equipo tomó la decisión de enviarlo a Clase A, donde tienen instalaciones para ayudarlo con el acondicionamiento y su enfoque en el plato.

“El dirigente (de los Mellizos de Minnesota) Paul Molitor habló muy claro conmigo, me dijo que no iba para allá porque no estaba bateando sino porque tenemos las facilidades y mejor equipo de trabajo, también me podía recuperar al cien por ciento de mi lesión”, dijo el tercera base que ascendió a la Gran Carpa por primera vez el dos de julio de 2015.

El nativo de San Pedro de Macorís se sometió a una cirugía en noviembre para colocarle una varilla de titanio en la parte inferior de su pierna.

“El año pasado tuve una cirugía en la pierna izquierda, se me partió. Tengo una varilla, cinco o seis clavos. El dolor que tenía era tan fuerte que no podía afincarme para batear. Gracias a Dios me siento mejor. Allá trabajé mejor. Ahora estamos de vuelta, que es lo más importante”, resaltó el quisqueyano, quien pertenece en el béisbol invernal dominicano a las Estrellas Orientales.

“Ha sido un poco difícil. No porque no pude batear, sino por la lesión. No es fácil jugar lesionado, por ayudar a mi equipo. Pero aprendí algo que quizás muchos peloteros no lo sepan, a veces es bueno esperar recuperarte para volver y no privar en ser un superhéroe. Eso fue lo que aprendí. Yo estaba dando el todo por el todo. Y mira donde terminé”, indicó Sanó, quien firmó originalmente con la organización de los Mellizos por 3.5 millones de dólares en 2009.

Miguel, de 25 años de edad, también aprendió una importante lección que lo hizo hacer algunos cambios en su mentalidad.
“A veces en la vida tenemos que tropezar para saber en quién confiar y quién no. Y eso es lo más grande que puede pasarle a un pelotero, que sepa por dónde caminar, porque no porque te digan está limpio, tú puedas caminar. Muchos que decían que eran mis amigos, fueron los que me criticaron, pero en la vida es bueno tú caer para levantarte”, agregó.

Posted in BéisbolEtiquetas

Más de deportes

Más leídas de deportes

Las Más leídas