Luis Enrique podrá festejar hoy su 55 cumpleaños por todo lo alto, un día después de que su París Saint-Germain lograra la segunda clasificación para la final de la Liga de Campeones de toda su historia.
Ayer, el PSG derrotó en la vuelta por 2-1 al Arsenal de Mikel Arteta, que peleó hasta el final por dar la vuelta a la eliminatoria pero se encontró con un rival con más puntería y un heroico Donnaruma.
El meta italiano, ya decisivo en la ida, en los octavos contra el Liverpool y en los cuartos ante el Aston Villa, protagonizó tres paradas magistrales que le valieron el billete para Múnich al equipo francés, que ante el Inter de Milán tratará de confirmar su condición de favorito.
Una hazaña para un Luis Enrique que en dos campañas al frente del club ha conseguido semifinales y final y que encabeza un proyecto joven y prometedor con mucho potencial por delante.