El jugador sudamericano destaca el nivel cualitativo que tiene la Liga Dominicana de Fútbol (LDF). Suma 24 goles en lo que va del torneo
El multifacético Rivaldo Correa se ha convertido en un dolor de cabeza con sus ataques infalibles a la red, como hombre de primer orden para Cibao FC, que se había mantenido entre los punteros de la Liguilla tras ganar la ronda regular de la Liga Dominicana de Fútbol (LDF 2024).
El colombiano es tan fundamental que lleva dos goles en cuatro juegos, con lo que suma ya 16 dianas en el campeonato, cuando ha disputado 24 fechas.
Rivaldo se define como un jugador frío para rematar en el área, y dice que uno de sus mayores atributos es conseguir tantos de cabeza. “Me muevo (de modo) muy fluido en el área”, agregó.
Y el entrenador naranja, Sheldeur Júnior, no repara en verlo como la pieza que mueve los resultados de su ajedrez, pondera que Rivaldo puede aportar de diversas maneras en el juego de Cibao, tanto colectivo como en lo individual.
En cuanto a la Liga, Rivaldo se mostró “sorprendido por los estándares de calidad en los equipos”. “En verdad, hay mucho nivel en esta Liga”.
Si bien otros jugadores tienen estadísticas más sobresalientes, quizás ninguno ha sido tan decisivo en su club: Cibao –recién bajado de la cima- tras la cuarta fecha ocupaba una cómoda segunda plaza (cuatro puntos sobre Pantoja) y lo debe exponencialmente a Correa.
El centro-delantero también posee como adornos intangibles un juego alegre y que “siempre está en el lugar y momento correctos”, cuando su equipo merodea la sangre de sus presas, como vampiro insaciable. La edad y estándares mostrados por Rivaldo Correa lo colocan en posición de hombre codiciado, máxime que juega para un equipo que tiene rango internacional, lo cual le da al sudamericano un gran plus. Cibao tuvo gran ojo clínico cuando lo fichó.
Rivaldo es lo que Júnior llama “delantero centro moderno, que puede jugar con los pies e igualmente anotar de cabeza”, sin dudas, pieza que pudiera ser de un cuadro pretencioso en cualquier mercado al menos medianamente exigente.
Es un jugador que pasó por las selecciones juveniles colombianas, y pertenecer al Cibao le da también un gran plus internacional.
