El título de este artículo se “ajusta” a la verdad… y como la verdad nunca podrá ser derrotada por la mentira, vale más que se escriba el referido adjetivo. Es normal que el ignoto (ignorante), por no saber de lo que habla, miente -sin querer, porque no sabe de lo que habla- y por tal razón hay que perdonarlo y enviarlo a aprender de lo que no sabe.
Refuto necios conceptos que sobre el boxeo ha emitido un gran ignorante. Es decir, ideas expuestas por gente que no conoce nada de boxeo, el llamado noble deporte que nació con el hombre. Porque es de ignorancia plena, y al mismo tiempo caer en la ridiculez, escribir en un periódico que “el boxeo no es deporte” y que “le queda poco por exhibir”. ¡Uff! Lean las siguientes líneas y verán que quien las publicó desconoce, por completo, la esencia y estelaridad del boxeo.
Esto fue lo que se publicó contra el boxeo: “En la actualidad, solo dos peleadores, en el ocaso de sus respectivas carreras, mantienen el boxeo con cierto nivel, ambos campeones mundiales de diferentes organismos, que son el norteamericano Floyd Mayweather y el filipino Manny Pacquiao”.
¡Ignorancia total!
Citaré, además de Floyd Mayweather y Manny Pacquiao, otros estelares boxeadores (de la actualidad) que brillan con luz propia, pero que la ignorancia no tiene la más mínima capacidad para valorarlos. ¡Porque ni los conoce! Aquí están: Sergey Kovalev, Adre Ward, Román “Chocolatito” González, Saúl -Canelo- Álvarez, Terence Crawford, Julio César Chávez Jr., Gennady Golovkin, Leo Santa Cruz, Miguel Cotto, Amir Khan, Orlando Salido, Jessie Vargas, Andre Berto, Micky García, Vasyl Lomachenko, Danny García, Javier “El Abejón”, Guillermo Rigondeuax, Fortuna, Josesito López, Carlos Cuadras, entre otros estelares.
He escrito en innúmeras ocasiones que el boxeo de ahora no se debe parangonar con el que brilló, por ejemplo, en las décadas de los 60, 70, 80 y 90. Pero sigue siendo un deporte que gusta a millones de personas. El único deporte que une a segmentos de diferentes clases sociales del universo. Ningún ignorante, que nunca reconoce méritos, podrá frenar el auge que a nivel de todo el orbe marca al boxeo.