Lando Norris se llevó la victoria en el Gran Premio de Mónaco en una carrera en la que el piloto de McLaren tuvo que manejar con precisión y de forma quirúrgica para regresar a lo más alto del podio y apretar la pelea por el Campeonato Mundial de Pilotos.
El inicio de carrera no tuvo grandes emociones arriba. Lando defendió bien su posición ante Charles Leclerc, aunque en su esfuerzo bloqueó sus neumáticos y la integridad de sus gomas medias quedaba condicionada.
Gabriel Bortoleto provocó un primer virtual safety car al irse contra la barrera antes de entrar al túnel, mientras que en la vuelta nueve Pierre Gasly chocó su llanta delantera izquierda contra el auto de Yuki Tsunoda.
El francés alcanzó a llegar a boxes solo para quedar fuera, mientras que el japonés continuó sin problemas.
El desfile de autos se mantenía en pista.
La nueva norma de parar en dos ocasiones en pits hizo de la carrera una partida ajedrez, en la cual Max Verstappen, George Russell y Kimi Antonelli apostaron por una bandera roja o un safety car que nunca apareció.
Los líderes entraron a boxes y Max tomó el primer puesto, pero sus llantas duras soportaron hasta la vuelta 28. Al regresar a pista, Verstappen lo hizo en la cuarta posición, mismo puesto en el que largó.
Lando Norris mantuvo el ritmo y no vio en riesgo su primera posición frente a un Charles Leclerc, que entonces marchaba a 4.7 segundos en el segundo puesto.
La carrera se tornó monótona, sin rebases y todos expectantes a que alguien provocara la aparición de las banderas amarillas o cometieran un error en el cambio de llantas.
La segunda detención para los líderes llegó y con ello Max Verstappen retomó el primer puesto en pista.
Solo un safety car podía jugarle a su favor.