El ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez, aseguró que desvinculó las relaciones entre ese organismo y una empresa de capital privado tan pronto fue enterado de que un sobrino suyo formó parte de los accionistas de esa firma.
Álvarez dijo que ordenó esa medida, “a pesar de que su sobrino se había desvinculado jurídicamente de esta empresa desde antes del 16 de agosto”.
“Aún así, mi postura fue de que fuera cancelada toda relación con la empresa Waterlux Enterprises y que en lo adelante esta entidad no podía ser suplidor de la Cancillería, en cumplimiento con nuestro deber y compromiso de ser una institución apegada a las normas de transparencia, ética y eficiencia”. Reveló que la firma en cuestión inició como proveedor de la Cancillería en 2018, realizando negocios con la institución por RD$14.9 millones. “De los contratos que se hicieron en el período de nuestra gestión, todos se hicieron bajo la dirección de personal de compras de la administración anterior, excepto, la del 14 de septiembre, cuando se hizo un proceso de compra de 139,000 pesos, que es cuando se detecta la situación con esta empresa y de inmediato el equipo me lo comunica”.
Agregó que desde que fue informado al respecto, “di la orden formal de que se debían cancelar todos los procesos en los que estuviera involucrada Waterlux, a pesar de que mi sobrino se había desvinculado jurídicamente de esta empresa desde antes del 16 de agosto”.
