Berlín.- Las autoridades de Herne, en el oeste de Alemania, anunciaron este viernes la captura con vida de una cobra venenosa que se le escapó el pasado lunes a su propietario de un terrario en un domicilio privado y que ha tenido toda la semana en alerta a la ciudad.
La cobra, de cerca de 1,50 metros de largo y altamente venenosa, se encontraba en el sótano del bloque de apartamentos donde vivía en cautividad, debajo de un escalón en una puerta de acceso. Por la tarde fue descubierta y poco después apresada por un equipo de expertos.
Un portavoz del Ayuntamiento de Herne aseguró que la ciudad se encontraba «muy aliviada» por haber podido dar caza al animal y haber «desactivado» definitivamente la alarma sin que se produjeran daños personales.
La fuga de la serpiente forzó la evacuación de cuatro edificios y las autoridades municipales advirtieron de que bajo ningún motivo se debía intentar tocar al animal -porque un mordisco podía significar la muerte- y pidieron a quien la viera que llamara a un teléfono de emergencia.
En el edificio donde vivía la cobra se instalaron trampas especiales y se regó el suelo de harina para que la serpiente dejara huellas en su camino. Se llegó a contemplar la posibilidad de gasear el edificio para matarla tras varios días de búsqueda infructuosa.
El propietario de la cobra tiene en su vivienda más de una docena de serpientes venenosas.
