Los conflictos entre dirigentes del transporte público por el control de las rutas no son nada nuevo.

Tal como ocurrió el pasado martes, donde desconocidos apedrearon cinco autobuses del recién inaugurado corredor de la avenida Charles de Gaulle, los conflictos entre transportistas evidencian el manejo violento de sus miembros, el cual afecta directamente a los usuarios de esos servicios.

En muchos casos, la violencia del sector transporte escala de manera más dramática al llevarse por delante hasta la propia vida de los choferes mediante actos de sicariato, o en su defecto, provocar daños permanentes a ciudadanos que son ajenos a esos choques de intereses a través del vandalismo.

Un ejemplo de actos vandálicos fue el que ocurrió el 12 de marzo de 2007, cuando desaprensivos lanzaron una bomba molotov a un autobús de la avenida Charles de Gaulle que dejó un saldo de siete personas heridas con quemaduras graves.

De acuerdo a registros periodísticos de la época, el autobús era propiedad de una empresa privada de transporte. Por ese hecho fueron interrogados decenas de personas, incluyendo a Hubieres y los sindicalistas Alfredo Pulinario (Cambita) y Ramón Pérez Figuereo.

Camioneros contra furgoneros

En mayo de 1991, la Federación Nacional de Transportistas Dominicanos (Fenatrado) y el Sindicato Unido de Camioneros Transportadores de Carga escenificaron un violento enfrentamiento que resultó con una persona herida de bala.

La Unión General de Trabajadores Dominicanos (UGTD) acusó en ese momento a Fenatrado de cometer actos vandálicos en contra de sus afiliados, alegando tener el apoyo de las autoridades de entonces. Allí fueron arrestados al menos 16 choferes y transportistas debido a la intensa balacera que puso en peligro la vida de quienes se encontraban frente en las instalaciones de la Fábrica Cemento Cibao, en la Sección Palo Amarillo, del municipio Pio.

Actos de sicariato

Otro acontecimiento ocurrió en junio de 2017, cuando una serie de hechos colocaron nuevamente al sector del transporte en el centro del huracán.

Primero, un empresario vinculado a los transportistas identificado como Miguel Ángel Mejía Medina, de 48 años, fue herido de bala en el elevado de la avenida 27 de Febrero con la calle Doctor Delgado, de la capital.

Mejía Medina fue interceptado por dos hombres que conducían una motocicleta pero que nunca fueron identificados.

No obstante, cuarenta y ocho horas antes, el joven Luis Alberto Linares Figueroa (Maykol) había sido asesinado por presuntos sicarios relacionados con dirigentes del sector transporte.

Esos casos posteriormente serían vinculados al asesinato de varios dirigentes, ocurridos entre 2016 y 2017, entre los que se encontraban Overnys Guerrero, Mateo Nieves de Jesús y Ángel Javier.

¿Y el Intrant?

A propósito de los recientes incidentes con el nuevo corredor de la avenida Charles de Gaulle, el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), encargado de regir el sistema de movilidad, transporte terrestre, tránsito y seguridad vial del país, no ha emitido hasta este momento ningún comunicado refiriéndose a la situación.

Entre las funciones del Intrant están ejercer las acciones de seguimiento y resguardo de la calidad de los servicios, prestaciones y actividades de la movilidad, el transporte terrestre, el tránsito y la seguridad vial para la defensa y protección de los derechos de sus usuarios, a fin de garantizar la leal competencia comercial frente a las prácticas monopólicas o de posición dominante de mercado, y para la protección del medioambiente.

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