Moca. La contaminación de fuentes acuíferas, ante la carencia de una planta de tratamiento, la humareda y las complicaciones para dejar clausurado de forma definitiva el vertedero municipal, encabezan la lista de males que enfrenta este municipio de la provincia Espaillat.
A esta problemática se suma, la situación en que viven decena de familias en barriadas afectadas por los deslizamientos de tierra durante épocas de lluvia. Ante la falta de un acuerdo con alcalde de Santiago de los Caballeros, Abel Martínez, para permitir que varios municipios, incluyendo el de Moca, depositen en el eco parque de Rafey, las autoridades mocanas se han visto en la necesidad de continuar lanzando sus desperdicios en el basurero a cielo abierto ubicado en la comunidad Las Colinas.
El vertedero opera a escasos metros del río Moca, en la comunidad donde además se encuentra la planta de tratamiento que ya agotó su vida útil y que en varias ocasiones ha dejado una parte de la ciudad inundado por materias fecales.
Mientras que ambientalistas llevan años denunciando que los desperdicios lanzados por cientos de familias enclavadas en 20 barrios, la contaminación por las granjas porcinas y avícolas que descargan en el río Moca, lo están convirtiendo en una cloaca. En el punto donde convergen los barrios La Española, Los López y La Saona, ante la falta de sistema cloacal, las materias fecales van a parar hasta las ya contaminadas aguas.
Otros barrios improvisados y que convierten sus aguas en fétidas son Maco Tibio, Sal si Puedes, José Horacio Rodríguez, Barrio Viejo Puerto Rico, Nueva Suiza y Villa Bartola. Durante la gestión de Bautista Rojas Gómez, como ministro de Medio Ambiente, el basurero fue clausurado, pero sin contar con otro lugar pudiera depositar sus desperdicios.
En otro orden, el dirigente popular Juan Comprés, del Movimiento Los Peregrinos, recordó que desde el año 2017, en la comunidad Manuel Rodríguez, al menos 15 viviendas se han desplomado con los derrumbes y piden acción de las autoridades.
