De acuerdo con el sacerdote Rudy Belén Rosario, es muy común que los feligreses confundan los sueños con las revelaciones

Los seres humanos tenemos una comunicación especial con Dios, y en las escrituras lo dice, “Dios hizo al hombre poco menos que los ángeles y los coronó de gloria y poder y todo lo sometió bajo sus pies”.

Debido a esta manera tan especial que Dios ha tenido para con el hombre, son muchas las personas a las que él ha elegido para revelarle sus misterios, en ocasiones por medio de sueños.

Según con la tradición judeocristiana la revelación puede originarse directamente a partir de una deidad o a través de algún agente de esta, como un ángel.

A quien ha experimentado ese tipo de comunicación divina se le suele llamar profeta.

Según las escrituras, existen varios tipos de revelaciones, como visiones, sueños y visitas de ángeles. A través de esos medios, el Señor ha restaurado su Evangelio y ha revelado muchas verdades.

En la actualidad, son muchas las personas que dicen tener revelaciones divinas, pero, cómo saber si estas vienen de Dios o si realmente son revelaciones.

De acuerdo con el sacerdote Rudy Belén Rosario, es muy común que los feligreses confundan los sueños con las revelaciones.

Explica que a pesar de que efectivamente estas son algo divino, porque es una manifestación de Dios a una persona tal y como ha pasado en las sagradas escrituras a través de los grandes padres de la iglesia, con relación a la actualidad, hay muchas personas que dicen tener revelaciones, pero que ya estas están en las sagradas escrituras.

“No digo que no existan porque puede ser que a una persona Dios se le revele de una manera tal y pueda hablar con esa persona, pero, por ejemplo, en el caso de los santos, Dios se le manifestó, pero nunca a través de sueños sino por medio de los milagros”.

Sostuvo que la iglesia católica es muy cauta con este tema y para saber si en verdad “un sueño” es una revelación, debe estudiar su veracidad y ver si cumple con los signos.

Destaca que hay personas que tienen muchas cosas en la mente y al sonarse creen que tienen revelaciones.

“Te pondré un ejemplo, en Fátima, Dios se manifestó a unos niños, pero si nos damos cuenta, esos hechos han pasado a través del tiempo y por eso se le ha dado validez. Toda revelación debe tener unos signos que debe mostrar una persona, Dios solo se le revela a  alguien que lleve una vida en santidad”.

Asegura que uno de los signos más importantes, es que sin importar si es un sueño o no, eso que te pase, debe darte paz, pero indica que cuando una persona tiene una idea en la cabeza y le da muchas vueltas, cualquier cosa que le suceda, le dará paz porque eso es lo que quiere creer.

“Si es una revelación los signos se ven en la persona. Por ejemplo, San Juan entraba en éxtasis y nunca tuvo sueños, este fue el medio que Dios utilizó y cada una de las cosas que le dijo, se hizo realidad”.

Expresa que, en ocasiones, Dios se vale de personas para enviar mensajes pero que estas no son revelaciones como tal.

“Dios se les ha manifestado a sus profetas y estos sólo han vivido para Dios. No a todo se le puede hacer caso, las personas tienen muchas fábulas en su cabeza y por eso, hay mucha gente que llevándose de eso son estafados”, dice.

Según el teólogo Michael J. Vlach, Dios se revela de catorce maneras, dentro de estas podemos encontrar:

La Naturaleza: Dios ha puesto de manifiesto ciertas verdades sobre sí mismo a través de la naturaleza o el orden creado. Salmo 19:1 dice: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos.” La naturaleza les dice a todos acerca de la gloria de Dios y que todo fue hecho por él.

La Providencia: La Providencia de Dios puede ser vista en su misericordiosa dádiva del sol y la lluvia a todo el mundo (Mateo 5:45), su provisión de alimentos, de la lluvia, y la alegría para la gente (Hechos 14:15-17), y su instalación y destitución de los gobernantes del mundo (Daniel 2:21).

La Conciencia: Dios se ha revelado a cada uno mediante un sentido interno de lo correcto y lo incorrecto. Romanos 2:14-15 dice que toda persona tiene la Ley de Dios “escrita en sus corazones.” Esta brújula interna que nos alerta para lo que es el bien y el mal.

Los Sueños: Los sueños fueron a menudo usados por Dios para comunicar información (Gén. 20:3, 31:11-13, 24, 40-41). Dios envió a Jacob a soñar con los ángeles subiendo y bajando en la escalera (Gén. 28:10-15). Dios también dio a Nabucodonosor rey de Babilonia un importante sueño sobre los próximos imperios de la historia humana. Daniel interpretó los sueños (Dan. 2).

Las Visiones: Dios usó a menudo visiones para comunicar verdades importantes. Isaías tuvo una visión del Señor “sentado en un trono, alto y sublime.” Ezequiel vio diversas visiones (Ezequiel 1:3).

Voz Audible: A veces cuando Dios quería dar sus mensajes, lo hizo por sí mismo haciendo uso de la palabra audible. Cuando Dios quería a Samuel para ser a su profeta, simplemente habló en voz alta a Samuel (1 Sam. 3).

Las Teofanías: Una teofanía es una manifestación de Dios. Dios, por ejemplo, se presentó ante Moisés en forma de la zarza ardiente (Éxodo 3:2-6). Antes de la encarnación de Cristo, Dios en ocasiones se manifestó a sí mismo como el Ángel del Señor para comunicar su mensaje divino a la gente (Gen. 16:7-14; Ex. 3:2, 2 Sam. 24:16, Zac. 1:12).

Ángeles:  Un ángel le comunicó en sueños a José que María estaba embarazada a través del poder del Espíritu Santo. Los ángeles proclamaron el nacimiento de Jesús (Lucas 2:10-11). Gabriel, en particular, parece ser el ángel mensajero especial de Dios. Él fue el único que transmitió verdades importantes a Daniel (Daniel 9:20-21). También le dijo a María que ella sería la madre terrenal de Jesús (Lucas 1:26-38).

Los profetas: Los profetas de la Biblia, quienes actuaron bajo la inspiración directa de Dios, fueron el principal medio a través del cual Dios reveló sus mensajes. Isaías, Ezequiel, Jeremías, Daniel, Joel, Zacarías, y otros desempeñaron un importante papel en revelar verdades acerca de Dios y sus planes en el Antiguo Testamento.

Milagros y Eventos Sobrenaturales:  Las diez plagas de Egipto mostraron a Faraón y a los egipcios que el Dios de los hebreos era verdaderamente Dios y que los ‘dioses de Egipto’ no estaban a su altura (Éxodo 7-11). Jesús hizo muchas ‘señales milagrosas’ para indicar el camino a Él y a su mensaje.

Podemos concluir diciendo que, el hombre puede conocer a Dios con certeza a partir de sus obras haciendo uso de la razón natural. Pero existe otro orden de conocimiento que el hombre no puede de ningún modo alcanzar por sus propias fuerzas, el de la revelación divina. Por una decisión enteramente libre, Dios se revela y se da al hombre.

Al revelarse a sí mismo, Dios quiere hacer a los hombres capaces de responderle, de conocerle y de amarle más allá de lo que ellos serían capaces por sus propias fuerzas.

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