Y a las tres fue la vencida…la madrugada de este domingo, en el moderno coliseo T-Mobile de la ciudad de Las Vegas, Nevada (Estados Unidos), el británico Tyson Fury masacró al estadounidense Deontay Wilder y revalidó su título de los pesos completos del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
Los estelares púgiles miembros de la llamada división «Madre» completaron la esperada tercera pelea. En el 2019 y 2020 protagonizaron dos violentos combates de los cuales el primero resultó empate y en el segundo Fury salió airoso por nocaut en el séptimo round.
Desde el inicio del combate, que fue transmitido a televisión abierta por la cadena deportiva ESPN, se notaba que ambos peleadores querían terminar rápido las acciones.
En el tercer asalto el británico, con una poderosa combinación de jab y gancho de izquierda, depositó en la lona al estadounidense.
Parecía que Wilder no tenía ninguna posibilidad de levantarse y mucho menos continuar en el cruce de guantes, pero sólo restaban unos 12 segundos para concluir el round y Fury no pudo concretar el nocaut.
En el cuarto asalto Wilder prácticamente hizo un «milagro». Cuando Wilder pensaba que lo tenía para liquidarlo, el estadounidense, con un lluvia de puños (ganchos y par de rectos), mandó a la lona a Fury.
Y apenas a los dos segundos del británico escuchar el conteo de protección del árbitro Rossel Mora, el retador al cetro completo del CMB arreció ofensiva y volvió a depositar en el piso a Fury quien se levantó a «tientas».
El británico, tras los anestesiantes puños recibidos, estaba prácticamente nocaut…pero pudo mantenerse de pie y escuchar el conteo de nueve segundos. Casi de inmediato sonó la campana y logró sobrevivir.
A partir de ese positivo momento de Wilder, quien después de caer en el tercer round tomó «un segundo aire», Fury volvió a tomar el control del cuadrilátero. Ejerció su autoridad, en especial con un buen manejo de su mano izquierda en jab -que llegaba con facilidad al rostro de Wilder- y también aprovechó su mayor estatura y el peso (277 libras contra 238 de su rival).
En los siguientes rounds (quinto, sexto, séptimo y octavo) conectaba la mayoría de puños. Su mejor desempeño fue la combinación de jab, gancho y recto largo. Esos golpes llegaban limpios a la cara de Wilder quien sangraba profusamente de la boca y nariz. Se notaba exhausto, a pesar de que nunca se rindió y enseñó mucho pundonor.
En el noveno round Wilder volvió a tomar un «segundo aire» que sorprendió al propio Fury. Wilder, con efectivas combinaciones, tambaleó varias veces al británico que casi regresa a la lona. Fue un round cómodo para el estadounidense.
Los asaltos de la masacre
En los asaltos diez y once (asaltos de campeones), Fury regresó con furia y lo neutralizó por completo la ofensiva de Wilder. A los pocos segundos de iniciar el noveno round, el británico descargó violentas combinaciones.
Fury, con otra efectiva combinación de jab y explosivo gancho volado, volvió a depositar en la lona a Wilder quien estaba casi nocaut. Recibió el conteo de protección (ocho segundos), pero se levantó con apuros.
Wilder, al término del asalto, llegó a su esquina sumamente cansado, pero siempre se mantuvo con esperanza de ver vencer a su serio enemigo del Reino Unido.
Pero Fury, quien ya sabía que Wilder no tenía suficiente fuerza como para poner en ejecución -como lo hizo en el cuarto asalto cuando envió dos veces a la lona al británico-, tomó el comando del combate y con otra recia combinación, de nuevo jab, gancho de izquierda y recto, devastó al estadounidense.
Fury no perdió tiempo y al evadir un violento gancho de Wilder, le conectó dos poderosos puños: Gancho de izquierda y recto volado. Este último golpe penetró a la quijada de Wilder quien cayó de bruces lo que obligó al referí Rossel Mora a no molestarse de hacer el conteo de protección. Detuvo de inmediato la pelea y declaró, al minuto y diez segundos del 11avo round, nocaut técnico a favor de Fury.
Con el resultado del salvaje combate, se cumplió el vaticinio de la mayoría de los expertos que dieron favorito a Fury. Las casas de apuestas de Las Vegas por igual. El británico subió como favorito por 3-1.
