Familiares de víctimas del accidente aéreo en Etiopía demandan a Boeing

Los familiares de diez canadienses que murieron en el accidente aéreo de la compañía Ethiopian Airlines el 10 de marzo pasado demandaron este lunes a la empresa Boeing, como fabricante del aparato Boeing 737 Max 8 que se estrelló, y a la Administración Federal de Aviación (FAA) de EE.UU.

Chicago (EE.UU.), 29 abr (EFE).- Los familiares de diez canadienses que murieron en el accidente aéreo de la compañía Ethiopian Airlines el 10 de marzo pasado demandaron este lunes a la empresa Boeing, como fabricante del aparato Boeing 737 Max 8 que se estrelló, y a la Administración Federal de Aviación (FAA) de EE.UU.


Las demandas fueron presentadas en la corte federal de Chicago, donde está la sede de la empresa fabricante de aviones, en representación de las víctimas canadienses, que incluyen a tres generaciones de la familia Manant Vaidya, y la esposa y tres hijos de Paul Njoroge, todos del área de Toronto.

En la demanda se nombra a Boeing, como fabricante del avión, y a Rosemount Aerospace, que habría fabricado el sensor sobre la inclinación del morro de un avión que habría provocado el accidente de Etiopía y otro de la compañía indonesia Lion Air, que se estrelló el 29 de octubre de 2018 en el Mar de Java.

Entre las dos tragedias hubo 346 muertos, entre pasajeros y tripulantes.

En una demanda separada, presentada en la misma corte, acusa de «negligencia» a la FAA.

El abogado Robert Clifford, del bufete legal Clifford Law Offices, de Chicago, declaró en un comunicado que el accidente de Ethiopian Airlines fue trágico para todas las familias que perdieron seres queridos.

«Pero los Vaidya fueron particularmente impactados al perder a abuelos, padres e hijos», señaló.

En el caso de Njoroge, las víctimas fueron su esposa y tres hijos pequeños, incluyendo una niña de nueve meses.

«Estas demandas demostrarán la codicia de Boeing» y «la indiferencia total de otros» sobre las vidas de los pasajeros que «debían proteger», añadió Clifford.

Frank Pitre, abogado de la firma Cotchett, Pitre & McCarthy, que también auspicia las demandas, afirmó por su parte que «Boeing y la FAA abdicaron de sus responsabilidades de seguridad».

Como resultado de ello, «los pilotos y pasajeros se convirtieron en conejillos de indias para la prueba de un avión que tenía características de diseño peligrosas, y sistemas informáticos defectuosos».

Las demandas alegan negligencia y falta de garantías, responsabilidad estricta, falta de advertencia y conspiración civil.

Uno de los documentos presentados a la corte señala que, «cegada por su codicia, Boeing apresuró peligrosamente la salida del modelo 737 MAX8 al mercado, con el conocimiento y aprobación tácita de la FAA».

«La decisión de Boeing antepuso los beneficios a la seguridad», por lo que debe ser responsabilizada por su conducta temeraria, al igual que «los reguladores que lo permitieron», agrega.

En la demanda se señala que las investigaciones del accidente se han enfocado en el sistema de vuelo automático llamado MCAS, que se activó antes de que el avión se fuera a pique.

La FAA suspendió las operaciones de los 737 MAX el 13 de marzo, tres días después del accidente de Ethiopian Air, lo que ha llevado a Boeing a asumir unos costes de 1.000 millones de dólares.

En una reunión este lunes en Chicago de los accionistas de la empresa, el presidente y director ejecutivo de Boeing, Dennis Muilenburg, informó que está casi lista la actualización del programa informático de vuelo cuestionado, «lo que asegurará que este tipo de accidentes no ocurra nunca más».

En su primera comparecencia pública tras el accidente del pasado 10 de marzo, Muilenburg rechazó dimitir y dijo que buscará recuperar la confianza de los clientes y poner de nuevo el modelo 737 MAX en circulación. EFE

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