Roberto Arlt andaría ahora a punto de cumplir los 122 años. Había nacido según ha establecido una de sus estudiosas, el 26 de abril del 1900, de padre prusiano y madre italiana. Fue un destacado escritor argentino, apasionado no solo de la lectura científico técnica, sino de la propia invención tecnológica -más allá de la literatura-, pues patentizó algún que otro invento. Todo comenzó a los 8 años cuando un señor del barrio le dijo que si al dia siguiente le llevaba un cuento y le gustaba le pagaría cinco pesos, lo cual en efecto ocurrió al dia siguiente, venciendo el niño el desafío burlón del vecino.
Proveniente de la clase media baja, y luego de la sobrevivencia realmente angustiante de tener que trabajar desde muy niño, y después, en la adolescencia por los abusos de su padre, la sustancia de su obra literaria se funda en la cultura barrial del Buenos Aires de los años 20 y 30 del pasado siglo.
En 1929, Arlt escribió la novela Los siete locos. Era la época de las distopías. Andrei Platonov había escrito Chevengur, una especie de Cien años de soledad de la literatura rusa, y Evgueni Zamiatin escribía Nosotros, dando paso a El proceso de Kafka (1925), a George Orwell con 1984 y Rebelión en la Granja (escritas en los 40). En los siete locos Augusto Remo Erdosain, desesperado ante la falta de dinero y perspectivas se une a una sociedad secreta que pretende trocar el orden social imperante a través de una cruel y terrible revolución social ideada por El Astrólogo. Tal revuelta sería financiada por una red de burdeles distribuidos por toda la Argentina bajo la administración del Rufián Melancólico.
Como en la propia vida del escritor, Erdosain, metafísico hasta la médula, es también un inventor fracasado obsesionado por su “Rosa de Cobre”, proyecto que nos informa tímidamente a través de los capítulos de la obra pero que, víctima de una perdurable abulia, jamás puede concretar. Arlt parece utilizarla en Erdosain como último resabio de esperanza ante el vacío, la inutilidad de la vida y el desamparo que su protagonista siente de continuo. En términos generales, el sinsentido del mundo tal como está organizado, tiñe la percepción y conciencia que cada uno de sus personajes se hacen de él, llevándolos a extremos delirantes y temibles.
En Los Siete Locos a través de monólogos interiores los personajes se entregan a reflexiones tan disparatadas como lúcidas, en donde se plantea la locura absoluta de la sociedad, la crueldad del capitalismo, la frialdad de la industria y sus máquinas tecnológicas, mientras el hombre que las crea es más endeble. Incursiona así en tribulaciones metafísicas de orden universal que siguen vigentes.
Una experiencia musical
Veintidós cortes componen la nueva experiencia musical de Fito Paez, bajo el título de de Futurología Arlt, el nuevo álbum que comienza desde su misma portada: sobre un fondo blanco dos brazos de hombres, con espinas, se entrecruzan con uno metálico y una rosa de cobre atraviesa la mano cromada. Arriba, en la esquina izquierda, un retrato de Roberto Arlt. El título encaja con lo que muestra la tapa del disco: una distopía sobre el futuro. «Amor es dinero / Remo Erdosain» es el título del primer tema. “La verdad, cuando Remo Erdosain nos decía que amor es dinero / corría simplemente el velo”, canta Páez, la única canción con voz en este álbum único, diferente, en la discografía de Fito.
Música clásica, folclore, tango, rock, jazz, algo ópera, sonidos electrónicos, diálogos incomprensibles y hasta música circense hay en este disco que me animaría a calificar de distópico, en un mundo donde lo urbano está imponiendo una dictadura musical, donde el pensamiento profundo está cancelado, prohibido, expulsado, como si de un mundo de autómatas bajo drogas, en la frivolidad más absoluta se entreguen solamente al hedonismo sin limites y a la incultura deshumanizadora.
Diego Olivero y Ezequiel Silverstein, coprodujeron con Fito este disco donde Silverstein dirigió a la Orquesta Sinfónica Nacional de la República Checa para que interpretara las piezas. Fito también toca el piano en varios movimientos. Páez pretende hacer una trilogía de álbumes y Futurología Arlt es el segundo. El primero fue Los años salvajes, que salió en noviembre de 2021 y el tercero saldrá en algún momento de este año, según ha anunciado.
Futurología Arlt es una interpretación musical de Los siete locos. La idea de musicalizar este clásico de la literatura argentina nació en 1995, cuando el director de ballet argentino Julio Bocca le propuso a Páez hacer un musical que entrecruzara géneros y al rockero se le ocurrió la idea de poner a Arlt como eje central de un proyecto que entonces no llegó a realizarse, aunque Fito trabajó un poco en la idea, pero quedó a medio camino.
Hace dos años rescató la idea. Le dio un giro: ahora sería un musical que abarcara todo el libro. Gracias a la pandemia avanzó con la composición de la banda sonora de la eventual puesta en escena.
«Sobre mediados de 2021 terminamos la grabación casera en tres sesiones maratónicas, barbijos (tapabocas) de por medio, también junto a Diego, en mi departamento porteño, a pocas cuadras de donde se suceden algunos de los tantos hechos narrados en el libro», cuenta Fito Páez en una entrevista con la disquera.
Un futuro decadente, la economía pone las reglas, la decadencia se impone y las máquinas abundan: una predicción del futuro, noticias de la Argentina de hoy. «La fuerza de su prosa poética y su destreza para describir los márgenes de una sociedad en permanente descomposición a través de un relato minucioso, plagado de personajes inolvidables, que pintan el fresco delirante del planeta y específicamente del mapa porteño y bonaerense, desde su frenética imaginación en permanente ebullición eludiendo los cánones de la ‘buena escritura’, fueron los que seguramente me animaron a seguir el pulso de su rabiosa sensación de estar vivo», ha dicho Fito sobre la novela que le inspiró a hacer esta obra intelectualmente deslumbrante, que en buena lid es la narrativa de una protesta apasionada del estado de cosas actual. Un manifiesto de un mundo decadente y perverso, de poco interés comercial ahora, pero que en el futuro será de importancia capital para comprender cómo era el mundo cien años después de la creación de la novela Los siete locos.
