Santiago. El año inició con un aumento de los asaltos, denuncias por contaminación sónica y de víctimas de hackeo de las redes sociales, por lo que decenas de personas han acudido a la unidad de querella de la Fiscalía de Santiago.
Otros han acudido a retirar las bocinas decomisadas por las autoridades durante el fin de año e inicio del 2022. Entre las víctimas figura el promotor artístico Abel Sabater, quien denunció que mientras se encontraba en la comunidad Las Lavas del municipio de Villa González, desconocidos llegaron en un vehículo y lo asaltaron. Los delincuentes lo despojaron de su tarjeta de débito y consumieron 25 mil pesos. En tanto que Ana María Gil, acudió a la unidad para denunciar que su cuenta de Facebook fue “hackeada”. Dijo que los maleantes se han dedicado a pedir dinero a su cuenta. Explicó que aunque han intentado comunicarse con algunos familiares, algunos ya estaban al tanto.
Suben denuncias
La unidad de querellas que habitualmente atiende entre 22 y 30 usuarios, en la mañana del lunes tenía más de 60 ciudadanos. Una gran parte de ciudadanos acudieron para denunciar que fueron asaltados o víctimas de robo en su vivienda. Otros fueron para reclamar la devolución de sus bocinas, mientras algunos denunciaron que fueron despojados de sus equipos a pesar de estar apagados. En Santiago cada vez son más frecuentes las quejas por contaminación sónica.
En el municipio de Constanza en la provincia La Vega, la uniformada informó que recibieron denuncia de que en el hotel Nueva Suiza se estaba llevando a cabo una fiesta de las denominadas “Teteo”, por lo que miembros de esta supervisoría, procedieron a desmantelarla y a dispersar la multitud. Dicen que en el lugar había una gran aglomeración de personas, aunque esta práctica se repitió en cada pueblo.
La gente buscó la forma de disfrutar
Aunque muchos organizadores de fiestas dijeron tener un permiso para realizar actividades, no pudieron mostrarlo, por lo que las autoridades procedieron a dispersar, retirar equipos y retirar a quienes se encontraban en el área. Sin embargo, en la mayoría barrios hubo aglomeraciones y fiestas que las autoridades no pudieron contralar, a pesar de las quejas de vecinos.
