Nueva York.- La ciudad de Nueva York anunció este jueves ayudas de «reparación» para empresas que fueron objeto de saqueos y vandalismo en los últimos días de cara a la reapertura económica prevista para el próximo lunes, tras el parón económico de la pandemia, y además situó a «principios de julio» su entrada en la fase 2.

«La disrupción ha sido amplia, pero no dejaremos que nos pare, seguiremos reconstruyendo», dijo el alcalde neoyorquino, Bill de Blasio, en una rueda de prensa, en la que aseguró que la gran urbe, epicentro de la crisis del COVID-19 en EE.UU. y ahora de las protestas por el homicidio del afroamericano George Floyd, sigue manteniendo a raya los contagios y «en camino» hacia su fase 1.

«Todo está interconectado: la horrible crisis sanitaria, las horribles desigualdades, la tragedia en Minesota… No quiero minimizar ese hecho, pero tenemos que seguir adelante (…) creo que la mayoría de neoyorquinos quieren la reapertura, y también que mejoremos la relación entre la Policía y la comunidad», declaró.

En ese sentido, De Blasio reconoció que el vandalismo y los saqueos en zonas del Bronx y Manhattan han supuesto un golpe a pequeños negocios propiedad de «inmigrantes» y anunció una ayuda de la Fundación del Alcalde de Nueva York por valor de 500.000 dólares para dar «becas de recuperación» a esas empresas de cara a la reapertura.

También anunció líneas de teléfono especiales y guías orientativas de seguridad y protección tanto para empresas como para trabajadores que comienzan el lunes a operar, y que en total se estima llevarán a 400.000 personas de vuelta a la Gran Manzana y utilizando el transporte público, en el que se han tomado medidas para evitar contagios.

ENTRADA EN LA FASE 2

Apenas a unos días de comenzar su reapertura básica, con empresas de construcción y manufactura, el alcalde de Nueva York situó la llegada a la fase 2 a «principios de julio», más tarde que otras regiones del estado que han entrado ya en este nivel y a la que se suman la próxima semana nuevas áreas, incluidas algunas próximas a la Gran Manzana.

Así lo anunció hoy el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, quien indicó que, en contra de lo previsto hasta ahora, se permitirá que en esa fase los restaurantes reciban a clientes siempre que sea en terrazas al aire libre y con ciertas limitaciones.

Precisamente la ciudad de Nueva York «ayudará» a sus restaurantes con el traslado de su actividad al exterior, ampliando el espacio que pueden utilizar en las aceras y la apertura de las calles para este cometido, dijo De Blasio.

Cuomo, no obstante, insistió en que cada paso debe hacerse con la mayor cautela posible para evitar el aumento de los contagios que se ha visto en otros estados del país con la reactivación de sus economías, y reiteró su preocupación por la posibilidad de que las protestas contra el racismo puedan provocar un rebrote.

“Tenemos a unos 20.000 manifestantes en la ciudad de Nueva York”, señaló Cuomo, que destacó el uso generalizado de mascarillas, pero que apuntó que, claramente, no está habiendo “distanciamiento social”, por lo que  y urgió a todos los manifestantes a hacerse pruebas del coronavirus y evitar el contacto con personas de riesgo.

Según recordó, los nuevos contagios tardan varios días en comenzar a presentar síntomas, por lo que durante un tiempo, en plena reapertura, probablemente no se reflejarán en los números.

Unos números que, por ahora, continúan en una tendencia positiva, con un nuevo mínimo en el número de hospitalizaciones y con 52 fallecidos en la última jornada, tres más que el día anterior.

Cuomo destacó además que se están efectuando más de 50.000 tests al día y que, en el caso de la ciudad de Nueva York, la zona más afectada, apenas un 2 % están resultando positivos. EFE

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