El Pequeño Haití , una zona del sector San Carlos de la capital, se encuentra en aparente calma tras el asesinato este miércoles de Jovenel Moïse presidente de esa nación.

El lugar que es famoso por la alta presencia de nacionales haitianos que trabajan en diferentes oficios en el lugar, ya sea como comerciantes de productos de belleza o como vendedores de flores y frituras, expresaron a elCaribe diferentes opiniones sobre la muerte de su mandatario.

Algunos coincidieron que el asesinato de Moïse hace mayúsculo el caos y la violencia en ese país.

Lecler Errier, un nacional haitiano que vive en el país desde hace unos años y que trabaja en el referido luga declaró que la muerte de su presidente deja sin esperanza al pueblo haitiano, al entender que la situación empeorará aun más.

«Cuando se esta vivo es que se pueden arreglar las cosas, pero si mueres ya no puedes hacer nada(…)», dijo.

Explicó que siente temor por la seguridad de su familia que vive en el vecino país.

Mientras que Ernesto Aristy comentó que le es indiferente lo que sucede en Haití ya que lleva en la República Dominicana más de 40 años.

Dijo que el escenario de violancia que hay en ese país siempre ha existido y que no le causa sorpresa la inseguridad que impera en sus tierras.

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