Luego de que el Gobierno anunciara que no solicitará una prórroga del estado de emergencia, ciudadanos de Santo Domingo salieron ayer a recrearse en las playas más cercanas.

A pesar de que a la entrada de estos balnearios, un letrero de la Defensa Civil indica que los mismos están clausurados como medida preventiva por la pandemia de la COVID-19, esto no fue impedimento para que unos cuantos decidieran ingresar al agua salada.

En la Playa Guayacanes varios bañistas se encontraban recreándose junto a su familia.

En un recorrido realizado por reporteros de elCaribe, se pudo observar el movimiento en la zona, desde niños hasta adultos se encontraban bañándose bajo el sol en esta popular playa, caracterizada por ser de agua poco profunda y por tener olas tranquilas.

Un lado de la playa se encontraban cubierto de sargazo, también llamado algas marinas, que desprendía un fuerte hedor, pero esto no impidió la presencia de los bañistas, ya que los mismos se colocaban en otros lugares donde no había este material marino, que se presenta periódicamente.

La presencia de las personas podría deberse a que no había en lugar alguna autoridad o miembros del Cuerpo Especializado en Seguridad Turística (CESTUR) para indicarles que debían retirarse o que no podían entrar a la playa para mantener el distanciamiento social aplicado por el Gobierno para detener la curva de contagios del virus, que hasta ayer ascendía a 31,373 casos y 726 decesos acumulados.

Playa Juan Dolio

Por otro lado, el ambiente en la Playa Juan Dolio era un poco parecido. Aunque algunas personas iban llegando al lugar no estaban dentro del agua, al momento del recorrido realizado.

El letrero de “balneario clausurado” también se encontraba a la entrada de esta preciosa playa, que cuenta con 10 kilómetros de arena blanca, la cual toma más de una hora caminar de un extremo a otro.

Esto no cohibió a los ciudadanos a entrar en este balneario que tiene zonas tranquilas y zonas de olas y se extiende a lo largo de la carretera principal de Juan Dolio.

Aquí tampoco se observó presencia de agentes del CESTUR, encargado de la seguridad turística y acuática en las
playas.

¿Cómo era el ambiente en Boca Chica?

Pero la situación era otra en la popular Playa Boca Chica, que es considerada como la principal de la capital, pues ayer se encontraba prácticamente desierta.

Además de los agentes, en esta playa solo había dos o tres personas muy cercanas al lugar, y una de ellas estaba haciendo ejercicios caminando en la orilla.

A parte de eso, en su casi un kilómetro y medio de arena blanca, no camina nadie ni tampoco había el característico bullicio que allí imperaba en los fines de semana cuando el coronavirus no hacía estragos.

El panorama era increíble, ya que este balneario es uno de los más visitados por los residentes de Santo Domingo, debido a su cercanía.

Aquí el control era mucho mayor que en las otras playas, esto así porque agentes del CESTUR se encontraban custodiando la zona. Una de ellos explicó a este medio que no estaban dejando entrar a personas a pesar de que acudían al balneario.

En playa Boca Chica los visitantes se devolvían

Y efectivamente, tal y como dijo la agente, en el recorrido se observó a una familia que llegó al lugar, pero antes de ingresar fueron advertidos de que se encontraba cerrada. Uno de los denominados parqueadores, personas que informalmente cobran para estacionar y custodiar los vehículos de los visitantes, y quienes son ajenos a la seguridad del balneario, le dijo a los miembros de esta familia que será el 1 de julio cuando abran la playa.

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