Santiago. Ante el daño causado a viviendas, destruidas por las constantes explosiones, la federación de junta de vecinos que integran los sectores del suroeste del municipio demandó la reubicación de las familias en lugares seguros.
Los comunitarios dicen que cada vez que se registra una explosión de las tuberías, como la ocurrida el pasado lunes, además de los daños a las propiedades, los residentes quedan sin servicio agua potable. Yaniris Espinal, presidenta de la junta de vecinos, dijo que al menos 30 familias requieren ser reubicadas, ante la posibilidad de que las tuberías reventen de nuevo y causen más daño.
Se recuerda que la tubería de Bella Vista fue colocada en el año 1972, cuando apenas existían pocas viviendas. Sin embargo, con los años, solo en la calle Fernando Bermúez, donde ha ocurrido el mayor número de daños por explosiones, la mayoría de casas fue levantada encima de la tubería. Tanto la junta de vecinos como la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan) trabajan en un levantamiento por separado para cuantificar la cantidad de casas destruidas o parcialmente dañadas.
Javier Ramírez, quien junto a un niño de 13 años sufrió daños físicos por la explosión, lamentó que las autoridades llevan años prometiendo un nuevo trazado para la tubería. Ramírez presenta rasguños en su pierna derecha, mientras que el adolescente continúa ingresado en un centro de salud.
“Esto fue un milagro que nos salvamos, la fuerte corriente con la explosión la tubería nos iba a arrastrar hacia un hoyo y gracias a las personas no terminamos ahogados o sepultados”, apuntó Ramírez. En varios puntos del sector Bella Vista se han formado grandes hoyos con las constantes explosiones.
En la calle Fernando Bermúdez, al menos en cinco ocasiones, se han registrado daños por explosiones. Esto ha generado que los propietarios de viviendas afectadas acudan a los tribunales en demanda contra la Coraasan y están a la espera de que sean resarcidos como indemnización.
