El jefe de Estado ha manejado con éxito las diferencias en su partido y ha impuesto su enfoque sobre temas contradictorios

Luis Abinader ha administrado con éxito las diferencias en su partido imponiendo su enfoque sobre temas contradictorios, pero las propias soluciones lo retan de cara al futuro político y electoral.

El presidente Abinader ha consolidado su liderazgo en el Partido Revolucionario Moderno (PRM) casi un año después de ocupar el solio presidencial. La última prueba del afianzamiento de su dominio fue que la Dirección Ejecutiva del PRM ratificó a Eduardo Estrella para que siga presidiendo el Senado, a pesar de que las objeciones de dirigentes y senadores del PRM al senador de Santiago son conocidos básicamente por no ser un miembro de ese partido.

De hecho, a mediados del mes de junio se produjo un importante movimiento de senadores del PRM que informaron oficialmente que aspiraban a la presidencia del Senado, unos siete en total.
Incluso dirigentes como Eddy Olivares, dijeron públicamente que el cargo debía ocuparlo un senador del PRM.

Pero en la medida en que pasó el tiempo esas aspiraciones se fueron desmontando, según se comenta en los corrillos políticos, por intervención directa del jefe del Estado para allanarle el camino a su aliado, Eduardo Estrella.

Además, el presidente del Senado aparece al lado del gobernante en actividades propias del Gobierno central como los consejos de gobierno y en el último encuentro, celebrado en el Palacio Nacional, Estrella ocupó el asiento que en ese tipo de eventos tradicionalmente está reservado al ministro de la Presidencia o al ministro Administrativo.

En casi un año que lleva en el solio presidencial, no es la primera vez que Abinader otorga un trato preferencial a su aliado que preside el partido Dominicanos por el Cambio. De hecho, la queja de muchos dirigentes perremeístas es que el político, que inició su carrera en el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) al lado del fallecido expresidente Joaquín Balaguer, tiene más poder y acceso al gobierno del PRM, que la mayoría de los senadores y dirigentes de esa organización política.

La decisión de mantener a Estrella en el frente del Senado genera aún más críticas en el PRM debido a que hay muchas quejas en la organización por los empleos en el Estado para sus miembros.

“Un perremeísta merece la posibilidad de ocupar esa posición. Dominicanos por el Cambio tiene una cantidad muy significativa de regidores, directores y una presencia muy significativa en el gobierno, de modo que yo pienso que en lo que tiene que ver con los aliados, han sido muy bien tratados por el compañero presidente Luis Abinader y por el partido”, opinó Olivares.

La decisión de la Dirección Ejecutiva generó algunos disgustos. Al menos públicamente, se expresó la senadora de Puerto Plata, Ginette Bournigal.

“Me enteré igual que ustedes, me enteré igual (por la prensa). Y solamente quiero decir que aspiré porque creo que tenía el derecho como perremeísta y no voy a hacer más comentarios, sino que yo creí que estaba en el Partido Revolucionario Moderno.
Lo único que lamento, como digo, es enterarme por la prensa en esta época hermosa de la comunicación y yo acataré lo que diga mi partido pero me siento muy triste”, dijo en una entrevista.

La elección de Estrella pone en evidencia la fortaleza del liderazgo de Abinader en esa organización. El PRM también ratificó a Alfredo Pacheco en la presidencia de la Cámara de Diputados, pero ese no ha creado cuestionamientos.

El gobernante también ha logrado el respaldo de su partido, aunque también con algunas críticas, a su enfoque de que los órganos extrapoder como la Cámara de Cuentas o la Junta Central Electoral (JCE), estén integrados por personas que no tengan militancia política partidista.

Abinader siempre ha dominado en el partido

La fortaleza de Abinader, como líder del PRM se evidenció desde la oposición, pues sus líneas políticas se han impuesto en momentos de diferencias con el otro líder importante de esa organización, el expresidente Hipólito Mejía. El ejemplo que mejor retrata esa realidad se dio en el 2018 con el tema de las primarias abiertas en la ley de partidos políticos que generó fuertes enfrentamientos en los partidos. En el caso del PRM, Mejía apoyó públicamente el método de primarias abiertas y Abinader votaciones cerradas. La línea oficial del PRM a través de la Dirección Ejecutiva fue apoyar primarias cerradas y así fue electo Abinader candidato presidencial. Otra muestra fue la alianza senatorial entre el PRM y otros doce partidos de oposición incluida la Fuerza del Pueblo, que lidera expresidente Leonel Fernández. La secretaria general del PRM e hija de Hipólito, Carolina, emitió un comunicado público en contra de esa decisión que contó con el impulso y apoyo del hoy presidente. En el gobierno, Abinader ha dado una amplia participación a los dirigentes vinculados al sector de Mejía dentro del PRM y el exgobernante ha mantenido un discurso que en ocasiones difiere de las decisiones que toma Abinader desde el gobierno.

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