El Gobierno respondió este miércoles a un comunicado de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en el que expresaba su preocupación por las denuncias de deportaciones de embarazadas haitianas.

El Ministerio de Relaciones Exteriores (Mirex), dijo en un comunicado que el Gobierno dominicano,  respeta irrestrictamente el principio de no devolución (non-refoulement).

Esto, en el sentido de no deportar a individuos que corren el peligro de ser sometidos a torturas, tratos crueles, persecución política u otras violaciones graves a sus derechos humanos, en razón de su raza, credo, opinión política, nacionalidad, etc.

Catalogó de «injusto e inoportuno», el  comunicado de la CIDH sobre las embarazadas haitianas en condición migratoria irregular en República Dominicana.

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Sin embargo, consideró que dicho principio no aplica en el caso de las embarazadas haitianas.

Ya que no se trata de perseguidos políticos, miembros de una minoría étnica o religiosa, ni un grupo político particular.

La institución indicó que Haití  en lo que se vive es una situación de pobreza, desigualdad e inseguridad generalizadas, de la cual República Dominicana no tiene responsabilidad alguna.

Reiteró que “nunca habrá una solución dominicana a la situación haitiana”.

Comunicado del MIREX íntegro

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