Sacudida

Aquellos que sentimos el compromiso de llevar un aporte a nuestra sociedad con la finalidad única de ayudar en el proceso de formación de los hijos sin importar etapa y el fortalecimiento y permanencia de la unidad familiar, tenemos un gran reto en el momento histórico que vive la humanidad.

Aquellos que sentimos el compromiso de llevar un aporte a nuestra sociedad con la finalidad única de ayudar en el proceso de formación de los hijos sin importar etapa y el fortalecimiento y permanencia de la unidad familiar, tenemos un gran reto en el momento histórico que vive la humanidad.

A veces enfrento la disyuntiva de cuál tema a mi consideración es más importante enfocar para la semana. Llevamos años, de manera incansable desde este medio, tratando de transmitir la importancia de preservar, aun bombardeados por todas partes, hasta lo más recóndito de la tierra, nuestros valores, patrios, morales, cristianos (es norma nuestra mencionar a Dios y encomendarse a Él) que son característica principal que nos identifica.

Esta semana, caminando en un parque escuché a dos madres jóvenes durante unos minutos el problema que tenía una de ellas (ambas no mayores de 45 años) por la compra de un celular, ofrecido por el padre de quien está separada, que ella no puede pagar, ya que sus ingresos no lo permiten, y este forzosamente insiste en que como ella tiene el hijo a su cargo que lo asuma. Hablando en tono alto (como es común en nuestra cultura), no pude evitar enterarme de la situación.

Esta escena es cotidiana en los padres de hoy, ya que, en su mayoría, intentando dar lo máximo a sus hijos, pero altamente influenciados por el permanente acoso de los diferentes frentes externos, generan niveles de ansiedad y angustia, montados en el tren del consumismo, que se encarga de consumirlos a ellos como personas. Es imposible levantar familias estables, con hijos ubicados en el rol socioeconómico que les toca vivir si no se les enseña que no todo se les puede dar, y aun pudiéndolo hacer, que debe haber condiciones, parámetros para ello.

Al día le faltan horas en busca de actividad que genere mayor fuente de ingreso a cada familia. Si bien es cierto que tenemos niveles inflacionarios muy altos por múltiples razones tanto internas como externas, no es menos cierto que llegó el momento de un aterrizaje, al que llamaría forzoso, haciendo parada y establecer escala de prioridades de los gastos a incurrir dentro del hogar.

Entiendo este tiempo, aun pareciere incierto el futuro, propicio para, de una vez por todas, aquilatar lo que dispones, cómo utilizarlo y tu aporte a un desarrollo, paradójicamente, como nunca antes, más sano e integral dentro de tu familia y entorno. Cuídate de todo aquello que quiera entrar y choca con tus parámetros de vida.

Posted in Destacado, Por tu familia

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