Berlín.– La guerra en Ucrania dominó hoy el primer congreso de los liberales alemanes desde que son socios del Gobierno tripartito y en el que su líder, Christian Lindner, expresó su apoyo a la gestión del canciller socialdemócrata, Olaf Scholz.
«Ucrania necesita ayuda militar y, para poder ganar, también armas pesadas», declaró Lindner en un discurso por vídeo desde Washington, donde se encontraba con motivo de la asamblea anual de primavera del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional cuando fue diagnosticado con covid.
El presidente del Partido Liberal (FDP) y ministro de Finanzas rechazó las críticas hacia el canciller y aseguró que «Olaf Scholz es un líder responsable que sopesa cuidadosamente y que sobre esta base toma decisiones».
En alusión a la oposición conservadora, señaló que en tiempos de una guerra en Europa, las maniobras partidistas y los intentos de desestabilizar son inadmisibles.
Lindner se pronunció a favor de centrar el debate en torno al apoyo militar y el suministro de armamento pesado a Ucrania sobre la base de tres criterios.
En primer lugar, Alemania debe actuar en sintonía con sus aliados, sobre todo con Estados Unidos y Francia, cuyo paraguas nuclear pueda necesitar como resguardo estratégico, señaló.
En segundo lugar, Alemania no debe poner en peligro su propia capacidad defensiva y sus obligaciones con la Alianza, porque «no sabemos lo que nos espera», y, en tercero, «no debemos convertirnos en parte beligerante», dijo.
Kiev ha tomado la «clara decisión de avanzar hacia un sistema más justo y de libre mercado» y «alejarse del sistema oligárquico que representa la Rusia de (Vladímir) Putin», afirmó.
Ucrania se merece «solidaridad por partida doble»: humanitaria, por el sufrimiento que está viviendo, pero también política, «porque Ucrania también lucha por los valores que son importantes para nosotros», dijo.
«Por eso, Ucrania debe ganar esta guerra y Ucrania ganará esta guerra, porque cualquier otra cosa sería una invitación a que se repita», afirmó.
El líder de los liberales subrayó asimismo la necesidad de «librarse cuanto antes de la dependencia» de las importaciones rusas en materia energética con la diversificación de las fuentes de adquisición y con el rápido desarrollo de las energías renovables.
Por otra parte y como ya se esperaba, Bijan Djir-Sarai fue elegido nuevo secretario general del FDP durante la primera de las dos jornadas del congreso de los liberales con el 89 % de los votos.
Djir-Sarai ya ocupaba este puesto de forma interina, después de que el anterior secretario general, Volker Wissing, asumiera la cartera de Transportes en el nuevo Gobierno alemán.
